¿Cómo reconocer y hacer frente a la violencia de género?

La violencia de género es una problemática que no cesa en nuestra sociedad, evidenciada en altos índices de situaciones donde las mujeres ven vulnerados sus derechos y su vida. Tal es así, que, de enero a octubre de este año, se registraron 142 casos de feminicidio y fueron reportados más de 100 mil denuncias de maltrato familiar por los Centros de Emergencia Mujer (CEM) a nivel nacional.

Así, Perú se ubica, desde 2005, entre los tres primeros lugares del mundo de un ránking lamentable: los lugares donde se ejerce mayor violencia en general contra las mujeres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Al respecto, y en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la especialista en salud sexual y reproductiva de APROPO, Sara Mendoza, destaca la necesidad de visibilizar y combatir las distintas formas de maltrato en los entornos donde se manifiestan.

«La violencia hacia las mujeres se ejerce no solo de forma física y sexual, sino también psicológica, patrimonial y social, siendo menospreciadas y afectadas también económicamente por sus parejas y silenciadas por sus propias familias cuando enfrentan un caso de maltrato», señala Mendoza.

En ese sentido, remarca la necesidad de abordar estos casos, comprendiendo sus repercusiones sociales y el impacto que generan en el desarrollo integral de las mujeres y sus familias.

El problema comienza en el entorno familiar. Muestra de ello es que el 70 % de las denuncias por violencia sexual tienen como agresor a un familiar de la víctima. Además, como sabemos, las niñas, niños y adolescentes son más vulnerables y esto tiene como consecuencia la construcción de personas en entornos violentos que darán como resultado una sociedad violenta, insegura y precaria en diversos sentidos.

¿Cómo enfrentar el problema?

Según palabras de Mendoza, se debe partir del reconocimiento del machismo estructural en nuestra sociedad como matriz del problema. Es usual ver cómo distintas ideas revelan el machismo. Por ejemplo, cuando una mujer sufre violencia y las personas e incluso autoridades señalan que ella lo provocó. Esto es algo que debemos reconocer y cambiar.

En ese sentido, destaca la importancia de elementos que pueden aportar valor a la sociedad, como lo es la educación integral en sexualidad, que promueve la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, sin discriminación de género u orientación sexual.

Si desde pequeños forjamos en nuestros niños y niñas el respeto mutuo, el reconocimiento y cuidado de sus cuerpos, podremos avanzar hacia una sociedad con igualdad de derechos para todos y todas, menos violenta y más segura.

Asimismo, es vital asumir un rol activo, el rol de alerta frente a estos casos. Para ello se debe brindar apoyo a la víctima y denunciar las situaciones de agresión.

Es imprescindible el fortalecimiento de la idea de prevención en nuestra sociedad, que resulta en la manera más viable de contener la violencia de género. Denunciar estos casos es vital para salvar la vida de la mujer, pero educar a nuestros hijos en el hogar y en las escuelas sobre los valores, el respeto y la importancia de la sana convivencia permitirá formar personas no violentas.

En ese sentido, se destaca la labor de organizaciones como APROPO, orientadas a educar a la población acerca de la salud y seguridad sexual y el desarrollo integral de las mujeres.

Para ello, brinda un servicio de orientación gratuito a cargo de especialistas en salud reproductiva, sexual y psicológica. Las consultas pueden realizarse a través del WhatsApp 987 960 760, vía chat web en www.sosorienta.pe o Messenger en la página de Facebook SOS Orienta.

Artículos relacionados

Back to top button