Cómo prevenir las enfermedades más comunes en verano
El verano es una de las estaciones más esperada por muchos, ya que llegan las vacaciones, los paseos al campo y los momentos de relajo en la playa con amigos y familia. Sin embargo, esta época del año también trae ciertas enfermedades, en su mayoría virales, que suelen estar presentes sobre todo en aquellos espacios comunes que solemos compartir.
Para explicarnos cuáles son las enfermedades más comunes en verano y darnos algunos consejos de salud la Dra. Patricia Basurto, directora de la Escuela de Medicina Humana de la Universidad Norbert Wiener, nos detalla información útil que todos debemos tener en cuenta.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes de esta temporada?
Una de las enfermedades más comunes en verano es la conjuntivitis. Esta irritación o inflamación de la conjuntiva que cubre la parte blanca del globo ocular, puede ser ocasionada por alergias o una infección bacteriana o viral. Asimismo, en verano son muy comunes las infecciones estomacales causadas por alimentos en mal estado o la poca higiene de las manos.
Por otro lado, si bien no es una enfermedad, muchas personas presentan síntomas de deshidratación en verano; recordemos que en esta época solemos realizar más actividad física y sudamos más de lo habitual, por ello es importante no olvidar tomar agua durante el día.
La prevención es la mejor medicina
La especialista de la universidad Wiener nos sugiera tomar ciertas medidas a modo de prevención para evitar enfermarnos en verano.
El lavado de manos con agua y jabón, por un lapso no menor de 20 segundos es indispensable no solo en verano. Algunos de los momentos claves para realizar el lavado de manos son: luego de ir al baño, antes y después de comer, cuando se manipulan los alimentos, antes y después de atender a enfermos en casa y después de manipular animales. Esta medida ayuda prevenir la conjuntivitis y las enfermedades estomacales producidas por bacterias.
Es muy importante utilizar gorros de ala ancha, gafas y bloqueador solar para evitar la exposición directa al sol con el fin de evitar quemaduras y también deshidratarnos.
No olvidemos aumentar el consumo de agua durante el verano. Además, otra forma de mantenernos hidratados es consumir frutas y verduras. Es preferible evitar el consumo de bebidas azucaradas y que contengan cafeína porque ejercen un efecto diurético.
Estas recomendaciones van dirigidas a las personas adultas, pero también a los niños de la casa y hace énfasis en reforzar costumbres saludables y de buena higiene desde temprana edad.
Recordemos que siendo responsables con nuestra salud y reforzando nuestras buenas costumbres higiénicas y de alimentación podremos disfrutar del verano sin tener que pasar por algún cuadro viral que nos arruine las vacaciones.