¿Cómo mejorar la comunicación entre padres y maestros?
Todo padre de familia tiene el derecho y deber de estar involucrado en el proceso educativo de sus hijos. Esto no solo es una norma reconocida por la Constitución del Perú, sino que también es una gran oportunidad para padres de familia, docentes y estudiantes. Si todos se involucran y trabajan en equipo, lograrán mejorar la formación de niños y jóvenes, contribuir con la sociedad y nutrirán los dones y talentos que cada uno de los pequeños tiene.
Hoy, durante un año escolar a distancia debido a la pandemia del COVID-19, este trabajo en equipo es aún más importante. La comunicación entre padres, apoderados y maestros debe ser fluida y constante, buscando siempre la mejoría del proceso educativo del estudiante. Para lograrlo, Elisa Ramos, psicóloga de Ediciones COREFO, da las siguientes recomendaciones a padres de familia y docentes.
1. Evita la negatividad
Si esta pandemia nos ha enseñado algo es que de nada sirve quejarnos constantemente. Tenemos que trabajar en abrir nuevas posibilidades y proponer soluciones con frases como yo pienso que el curso debe llevarse de una manera diferente o creo que se podría implementar alguna mejora específica en clase. Muchas veces no nos damos cuenta cuando estamos siendo muy críticos con las personas y esto no ayuda a comunicarnos de manera efectiva, clara y útil.
2. Reconoce su esfuerzo
La acelerada implementación de las clases a distancia no ha sido fácil para nadie, ni para los alumnos ni sus maestros. Incluso si tienes alguna sugerencia o problema en la clase, reconoce en primer lugar el esfuerzo que ha implicado para el profesor adaptarse a este nuevo sistema. Conversar con él los ayudará a afinar detalles; no se trata de un conflicto, sino de un proceso conjunto de mejora.
3. Confía en el docente
Más allá de cualquier diferencia que pueda existir, recuerda que el maestro es un profesional y quiere lo mejor para tu hijo o hija. Confía en él y en su trabajo. La confianza es vital en toda conversación. La falta de confianza -o incluso de respeto- puede quebrar una buena relación entre padres y maestros. Es importante que se preste atención al punto de vista de la otra persona para conocer las molestias o problemas que se están enfrentando.
4. Reconoce tu responsabilidad
No olvides que la educación de tus hijos es un trabajo en el que también tienes injerencia y responsabilidad. No todo lo que ocurre es culpa o problema del docente. También es importante que te involucres en el proceso y consultes al profesor o profesora cómo puedes ayudar a tu niño. Respeta su opinión, acepta sus consejos y aplícalos.
5. Transmite optimismo y respeta a tu hijo
Todo niño es capaz de aprender, tal vez a un ritmo distinto o con herramientas diferentes, pero siempre será capaz de cumplir con los objetivos académicos que le corresponden. Lo peor que un padre puede hacer es pensar que su hijo es incapaz o castigarlo. Lo mejor es que, de la mano del docente, creen un plan para motivarlo y hacer crecer su interés por los estudios. Esto traerá mejores resultados.