Cómo mantener siempre fresco el helado
Los helados son consumidos preferiblemente, y en grandes cantidades, en las ciudades que rebasan los 30°C. Es el factor temperatura el que lidera la preocupación para mantener su buena conservación al momento del traslado.
Para que los helados puedan llegar a cada hogar, en las condiciones más óptimas, es necesario contar con los elementos necesarios de almacenamiento y transportación. La calidad, duración y seguridad de los alimentos en cualquier cadena de frío están regulados por dos valores principales: tiempo y temperatura. Por esto, es esencial conservar todas las propiedades del helado manteniéndolo entre -18°C y -25°C.
Mantener la cadena de frío es, de hecho, la clave para preservar la textura y los sabores del producto, pero también para asegurar la seguridad alimentaria. Más allá de esta restricción, aplicable a todos los productos congelados, la naturaleza estacional de los helados se suma a la complejidad de la gestión logística.
De acuerdo con Thermo King, para las grandes marcas de helado las buenas prácticas son fundamentales en el proceso para garantizar las condiciones de entrega. Asimismo, la conectividad es la parte central para el monitoreo del traslado, lo que permite revisar y modificar las temperaturas de la caja (setpoint) antes, durante y al finalizar la descarga o entrega.
La demanda de helados depende en gran medida del clima. El almacenamiento y transporte de estos alimentos puede cuadruplicarse en verano, lo cual complica a los productores cubrir dicha demanda durante este periodo y anticipar la demanda anual para poder abastecer los estantes. Con todas las implicaciones asociadas principalmente a la logística, en el planteamiento de rutas y planes de transporte.