¿Cómo cuidarse de la viruela del mono en los gimnasios?
Hasta el momento, se han identificado aproximadamente 31,800 casos de viruela del mono a nivel mundial, enfermedad que fundamentalmente se transmite por contacto piel a piel, pero que también puede ocurrir por secreciones respiratorias. Esto quiere decir que los focos infecciosos son los lugares en donde hay exposición a distintos tipos de secreciones como en los gimnasios, establecimientos de entrenamiento físico u otros espacios concurridos.
Jesús Chacaltana, infectólogo de la Clínica Javier Prado, indica que el periodo de incubación de este virus es de 5 a 21 días (mayormente de 1 a 2 semanas). Los síntomas pueden empezar con fiebre, malestar general, cefalea intensa, cansancio, dolor muscular, escalofríos y, además, ganglios inflamados en cuello, axila o ingle. Si entrenas y asistes a gimnasios, el Dr. Chacaltana, brinda algunas recomendaciones para evitar el contagio de la viruela del mono:
Para los asistentes
– Como con la COVID-19, se debe mantener el distanciamiento físico no menos de 2 metros.
– Hacer uso de la mascarilla, tapando boca y nariz.
– Lavarse las manos con agua y jabón, si no, usar alcohol en gel de 70°.
– Desinfectar las máquinas antes de usarlas.
– No compartir los útiles de aseo.
– Verificar que el lugar esté bien ventilado y que los baños estén adecuadamente desinfectados, con disposición de residuos sólidos.
– No asistir si se tiene una lesión dérmica reciente (que no tuvieran antes por enfermedad crónica).
Para los establecimientos
– Mantener un aforo que permita el distanciamiento físico no menor a dos metros entre las personas.
– Exigir que las personas utilicen mascarilla dentro del establecimiento.
– Colocar puntos de lavado de mano o dispensadores de alcohol en gel de 70°.
– No permitir el compartir instrumentos sin desinfectar o desinfectarlas después de cada uso.
– Verificar un adecuado dispositivo de los residuos sólidos de los baños.
– No permitir el ingreso de personas que tienen lesiones dérmicas recientes (que no tuvieran por enfermedad crónica).
– Tener todas las áreas del gimnasio con una buena ventilación.
Para descartar esta enfermedad, el especialista deberá evaluar al posible infectado, para luego (de ser necesario) tomarle muestras respiratorias y dérmicas a través de hisopado y una muestra de sangre. Hay que tener en cuenta que las personas más propensas a contagiarse son las que tienen las defensas muy bajas (inmunocomprometidos severos), asimismo, niños y personas con enfermedades crónicas.