¿Cómo ahorrar desde joven y proteger las finanzas personales?

Ahorrar es un hábito saludable y suele ser una gran vía para lograr objetivos; sin embargo, es una práctica difícil de cultivar, sobre todo en edades tempranas.

De acuerdo con la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), 70% de los adultos mayores de 25 años ahorra, pero solo el 49% de los jóvenes entre 18 y 24 años lo hace.

En el marco de la Semana Mundial del Ahorro, promovida por la SBS, reflexionar sobre esta situación es fundamental, ya que este hábito puede y debe promoverse desde una edad temprana, aprovechando una de las mejores etapas para absorber conocimientos y definir un comportamiento financiero futuro.

Según Carlos Letts, director de la carrera de Administración y Gerencia del Emprendimiento de la UPC, en la juventud, es importante tener claro cuál es el mejor método de ahorro que se alinee con el propio horizonte y perfil. En ese sentido, se debe tener en cuenta la aversión al riesgo del joven, su paciencia, urgencia, y respaldo. En esa línea, Letts propone cinco claves para incursionar desde la juventud en la cultura del ahorro y comenzar a proteger las finanzas para un beneficio futuro.

Empieza ahora. Hay que comenzar desde lo más temprano posible y mantenerse en la misma ruta. Apuntar al ahorro a largo plazo, ya que la volatilidad de las operaciones diarias se diluye con mayor facilidad -se vuelve más imperceptible y menos emocional- en un marco temporal amplio. Con la mirada a largo plazo, la variedad del portafolio se vuelve también importante, donde muchos se inclinan hacia fondos mutuos mixtos, que consideran bonos y acciones.

Adiós, gastos hormiga. Es imprescindible tener un registro claro, meticuloso y ordenado del flujo y presupuestos, para evitar caer en los llamados gasto hormiga, entendidos como aquellas pequeñas compras que, a la larga, terminan representando cargas considerables en el presupuesto mensual y desbalancean equilibrio financiero. Existen aplicaciones que permiten crear hábitos desde la gamificación, como los juegos de roles. Encontrar una app de este tipo ayuda a establecer rutinas y patrones.

Cultiva la educación financiera. Es necesario aprender el idioma financiero y educarse sobre el argot particular, así como conocer los instrumentos disponibles. Por ejemplo, se puede obtener información didáctica en los portales de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) o la Bolsa de Valores de Lima (BVL), que facilitan informes y reportes sobre empresas cotizadas en mercado bursátil, así cómo talleres educativos y video tutoriales.

Descárgate apps de ahorro. La gamificación ayuda a desarrollar habilidades financieras enfocadas en ahorro previsional. En esa misión, existe diversas opciones en Appstore y Playstore como Acorns, Splitwise, Digit, Qapital, que son aplicaciones de smartphone y plataformas digitales que contribuyen de manera interactiva y con resultados visibles a cuidar nuestras finanzas y cumplir objetivos de ahorro e inversiones.

Elimina la cultura del crédito: Si bien las tarjetas de crédito pueden ser muy útiles para adquirir bienes o servicios en determinadas situaciones, también pueden ser armas de doble filo. Los intereses pueden ser muy elevados y es bueno ser conscientes de ello antes de usarlas, pues el pago de estos y la acumulación de deudas pueden adueñarse del presupuesto personal, derivando en una situación insalvable.

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