Cómo actuar cuando se presenta una alergia a los mariscos
Durante el verano, el consumo de comida marina se incrementa, ya que se suele asociar al buen clima, el sol y la playa con este tipo de alimentos y a la amplia variedad de platos marinos característicos del Perú. Sin embargo, antes de consumirlos, debemos tener en consideración cuenta la salubridad del restaurante que nos asegure productos frescos, y tener en cuenta que pueden producir alergias.
Las reacciones alérgicas a los mariscos se pueden presentar en cualquier etapa de la vida y es de las más comunes provocada por alimentos.
Por ello, el Dr. Javier Pérez, especialista en Alergias e Inmunología clínica de la Clínica Anglo Americana, nos explica que algunas personas alérgicas reaccionan con todos los mariscos, y otras solamente reaccionan a ciertos tipos, por eso, es importante identificar el causante ya que las reacciones van desde síntomas leves como urticaria o nariz congestionada hasta graves como la anafilaxia, e incluso potencialmente mortales si no se identifican los síntomas a tiempo y se interviene de urgencia.
En caso presente una reacción alérgica a los mariscos recomendamos siempre mantener la calma, ya que los nervios pueden agravar la sensación. Acto seguido debes identificar los síntomas para descartar y llegar correctamente a una conclusión.
Los síntomas que representan una alergia a mariscos leve generalmente aparecen en el plazo de unos minutos a una hora después de haber ingerido mariscos y pueden ser algunos de los siguientes:
– Ronchas, picazón o enrojecimiento del cuerpo
– Hinchazón en los labios, los párpados, el rostro, u otras partes del cuerpo.
– Congestión nasal, prurito o picazón en la boca.
Por otro lado, una reacción anafiláctica a los mariscos o a cualquier otra cosa constituye una emergencia médica que requiere tratamiento con una inyección de epinefrina (adrenalina) y una visita a la sala de emergencias. Los síntomas y signos son los siguientes:
– Inflamación de la garganta o nudo en la garganta (constricción de la vía aérea) que dificulta la respiración,
– Estridor a nivel de la laringe (cuerdas vocales) que dificulta el habla.
– Dificultad para respirar, opresión y/o silbidos en el tórax.
– Nauseas, vómitos, dolor abdominal
– Choque, con un fuerte descenso de la presión arterial.
– Mareos, sudoración, aturdimiento o pérdida del conocimiento.
Es importante destacar que así consideren que sus síntomas son leves siempre deben pasar por un alergólogo. Ya que muchas veces lo que se presenta en el exterior es tan solo un porcentaje de lo que está ocurriendo dentro del cuerpo. De esta manera también descartan sus alergias y no vuelven a pasar por una circunstancia así en el futuro.
Asimismo, recuerda que no debes automedicarte porque estás presentando una reacción adversa a tu cuerpo que puede potenciarse al recibir el medicamento incorrecto.