Coca-Cola seguirá invirtiendo en el Perú
Cuando una empresa internacional establece en un país lazos económicos, sociales y culturales profundos, adquiere una impronta que la convierte en una Compañía local. Así ocurrió con Coca-Cola desde que fuera embotellada por primera vez en Perú en 1936: su clásica fórmula pasó a formar parte de la vida y los hogares del país.
Ese proceso se evidencia a lo largo de toda la cadena de valor de la Compañía, integrada por actores locales: proveedores, empleados, distribuidores, clientes, bodegueros, recicladores, entre otros. Peruanos que suman esfuerzos para producir bebidas para los peruanos, en un engranaje que hace funcionar el motor de desarrollo de la economía nacional.
El modelo de negocio está basado en el crecimiento de la generación de oportunidades compartidas, donde la rentabilidad va de la mano con la creación de valor para las personas, las comunidades y el planeta. Cada año el Sistema Coca-Cola, integrado por Coca-Cola Perú y Arca Continental Lindley, genera más de 12,000 empleos directos e indirectos en Perú, compra insumos locales, e impulsa el desarrollo de iniciativas y proyectos destinados a la creación de valor para los bodegueros, recicladores, el desarrollo económico de las mujeres peruanas, así como a favor del agua y medio ambiente.
“El Sistema Coca-Cola es más peruano de lo que nos podemos imaginar, no solo porque el 99% de las personas que lo integran son peruanos, sino porque somos un actor relevante en la economía del país y la sociedad. Invertimos permanentemente en innovación y desarrollo de las categorías para ofrecer una variedad cada vez más amplia de opciones de bebidas que se ajusten a los gustos y necesidades de los consumidores, además de disruptivas formas de acompañar el crecimiento de nuestra cadena de valor”, señaló Thiago Coelho, CEO de Coca-Cola Perú.
Entre el 2015 y el 2019, el Sistema Coca-Cola ha invertido más de USD 390 millones en nuevas plantas de producción, equipamiento y la reconfiguración de nuestras operaciones logísticas. De hecho, el año pasado, se invirtieron USD 20 millones para instalar etiquetadores en las plantas de Pucusana, Arequipa y Trujillo y para desarrollar las líneas retornables. Hoy, el 40% de la venta total de bebidas proviene de envases retornables de vidrio y plástico.
La red comercial y de distribución más grande del país
Más de 1,100 vehículos de la red de Arca Continental Lindley recorren 38,500 kilómetros diarios para llevar las bebidas a más de 340,000 puntos de venta a nivel nacional de los cuales el 70% corresponde al canal tradicional compuesto por bodegas, restaurantes, panaderías, entre otros.
Para Thiago Coelho, que el Sistema Coca-Cola cuente con la red comercial y de distribución más grande del país, les permite llevar hidratación a todos los rincones del territorio nacional. «Sin duda es un arduo esfuerzo, pero hacemos lo posible para que los peruanos puedan disfrutar de nuestras bebidas en el lugar que se encuentren. Además, gracias al trabajo de nuestro socio embotellador Arca Continental Lindley a través de la distribución podemos contribuir al desarrollo del negocio de más de 120 mil bodegas de barrio, ya que en promedio representamos el 35% de sus ingresos».
Las bebidas del Sistema Coca-Cola se producen en las 6 plantas de embotellamiento ubicadas en las ciudades de Trujillo, Iquitos, Cuzco, Arequipa y 2 en Lima (Zárate y Pucusana) a lo largo del país y abastecen a 65 centros de distribución descentralizados.
Portafolio surtido
Coca-Cola en el Perú ofrece 44 opciones de bebidas en distintos tipos de empaques y tamaños que se ajustan a los gustos y preferencias de los consumidores. Bajo nuestra plataforma de Bienestar el 86% son bebidas bajas en calorías o sin azúcar y el 100% son producidas en el Perú.
Comprometidos con promover el consumo consciente e información transparente, el Sistema Coca-Cola se adelantó a la implementación de la Ley de Alimentación Saludable colocando octógonos al 100% de las versiones de sus bebidas que así lo requirieron, incluso 4 meses antes que fuera obligatorio.
«Recientemente nos hemos sumado a la campaña Cómprale al Perú de la Sociedad Nacional de Industrias, que busca incentivar la compra y consumo de productos hechos en Perú. Como Compañía integral de bebidas nos sumamos a fin reactivar la economía del país y contribuir a generar un movimiento comercial de los productos elaborados en el Perú», comentó Coelho.
En cuanto a los empaques, las botellas del portafolio completo son fabricadas con 25% de plástico reciclado y las botellas de nuestra agua San Luis son las primeras del país en tener sus botellas de diversos tamaños hechas con 100% plástico reciclado en el Perú, aportando a dinamizar el mercado de reciclaje.
«Seguiremos invirtiendo en el Perú por el gran potencial que tiene el mercado. Existen oportunidades para llegar a más consumidores, lanzar nuevos productos, nuevas categorías por cada estilo de vida y crear más puestos de trabajo en toda nuestra cadena de valor».
Apoyo activo a las comunidades y cadena de valor
Un aspecto fundamental es el apoyo activo a las comunidades en las que opera la compañía: en los últimos años ha financiado diversos proyectos en favor de la comunidad, su cadena de valor y el medio ambiente.
Junto a las asociaciones formales de recicladores y en alianza con ONGs, el año pasado logró recolectar y reciclar más de 593 millones de botellas que fueron incorporadas en el proceso para la elaboración de nuevas botellas y otros materiales. “Para nosotros como Compañía, acompañar a los recicladores es fundamental ya que cumplen un rol muy importante en la gestión de los residuos sólidos y nos ayudan en la misión de lograr Un Mundo Sin Residuos”, señaló Sandra Alencastre, directora de Asuntos Públicos, Comunicación y Sostenibilidad de Coca-Cola Perú.
En cuanto al agua, Coca-Cola asumió un compromiso a nivel global: reabastecer a la naturaleza el 100% del agua que utiliza para elaborar sus bebidas y en 2015, cinco años antes de lo previsto, cumplieron con la meta. En el Perú, la compañía reabastece a la naturaleza el 196% del agua que utiliza gracias al Proyecto Oxapampa ejecutado en alianza con el Instituto del Bien Común y Avina.
Las mujeres son pilares fundamentales de las comunidades y para la compañía debido a que jugarán un papel transformador en la configuración de la economía global durante las próximas décadas.
«Por eso fomentamos su empoderamiento en sus lugares de trabajo, a través de acciones que impulsamos de la mano de nuestro socio embotellador Arca Continental Lindley. Desde el 2011, más de 24.300 bodegueras y recicladoras han logrado fortalecer su desarrollo personal y laboral gracias a las capacitaciones que les brindamos a través de la Escuela de Negocios y los programas Destapando mi Emprendimiento y Recicrece», concluye Alencastre.