Cloud o Edge Computing para garantizar la eficiencia de los datos

El mundo empresarial ha ido adquiriendo cada vez más tecnologías que le permiten digitalizarse con el fin de que se genere una mayor eficiencia en los negocios y se brinde una mejor experiencia al usuario final. El procesamiento de datos en tiempo real da paso a que sea posible este logro, y ha dado pie al surgimiento de tecnologías de almacenamiento como el Cloud Computing o el Edge Computing.

La computación en la nube (Cloud Computing) es la entrega de diferentes servicios a través de Internet. Estos recursos incluyen herramientas y aplicaciones como almacenamiento de datos, servidores, bases de datos, redes y software.

Se estima que para el 2023 la adopción de este tipo de soluciones entre las compañías será del 29,6%, y se generará ingresos por US$266.400 millones para los proveedores de estos servicios.

Paralelo al Cloud está la computación al borde de la red (Edge Computing), una solución en la cual se hace un procesamiento de datos a nivel local, es decir, más cerca de donde se produce la información, y en tiempo real; además de que funciona como una puerta de enlace que establece comunicación con dispositivos conectados. Se diferencia de la computación en la nube en que incluye un uso reducido del ancho de banda, brinda mayor seguridad a través del cifrado en el origen de la información y optimiza el rendimiento de los datos dividiendo las cargas de trabajo entre el borde y la nube. En Latinoamérica, el Edge Computing tendrá un crecimiento de US$440 millones.

El ecosistema que se está implementando actualmente en el mercado es el híbrido, pues conviven las soluciones Edge con las de la nube; y se diferencian entre sí por la ubicación donde se procesan los datos. De tal manera que, el uso de una o ambas soluciones radica en la decisión que puedan tomar las empresas sobre cuáles son los procesos críticos de la compañía que deben ser procesados localmente en el Edge, y cuáles no lo son, como el almacenamiento de información histórica o el servicio de internet, que pueden desarrollarse en la nube, y que no constituyen la base del negocio.

Las soluciones de Edge Computing pueden ser implementadas en diversas áreas como Salud, Retail, Educación, Banca, entre otros segmentos del mercado. Por ejemplo, en términos de Banca, permiten que la información sobre los clientes y sus cuentas bancarias esté almacenada en una ubicación segura y también sea accesible en diversos canales como el digital, donde los bancos están apostando por brindar nuevas experiencias a sus usuarios.

Por otra parte, en términos de Retail, una arquitectura de Edge Computing bien implementada garantiza que el desarrollo y la mejora de la experiencia del cliente sea confiable. De esta forma es posible diseñar opciones novedosas como vestidores inteligentes equipados con realidad aumentada para que el cliente pueda elegir las prendas que mejor le quedan sin tener que ponérselas. Al mismo tiempo, permite tener mayor seguridad en los almacenes, mayor eficiencia operativa, facilidad para administrar las tiendas y predecir posibles fallas.

Las soluciones de Edge Computing y de Cloud Computing tienen la posibilidad de acomodarse a las necesidades de cada empresa para darle mayor eficiencia a los procesos de cada compañía. Por ende, las organizaciones deben elegir cuáles son los procesos críticos que no se pueden poner en riesgo y, con base en ello, se debe implementar una arquitectura inteligente para procesarlos localmente. Esto va a suponer un gasto de inversión más alto, pero se mitiga el riesgo de indisponibilidad de información minimizándose la probabilidad de que el procesamiento crítico se detenga y se originen pérdidas económicas grandes.

A su vez, esta inversión en Edge se complementa con un costo de inversión más bajo en la nube (no se tendrán implicaciones altas de Capex) donde ahora se ejecutarán procesos que no son críticos. Es en esta situación donde se genera la eficiencia entre Cloud y Edge Computing.

Artículos relacionados

Back to top button