Claves para la reactivación turística en Latinoamérica
El tsunami de la pandemia azotó las alentadoras proyecciones para la industria turística en 2020, afectando no solo a los ingresos de los trabajadores del sector y de las empresas de servicios, sino también a la entrada nacional de divisas de los países del mundo y de la región.
Los efectos del PBI sobre la paralización del turismo en el último trimestre contribuyeron a su retroceso en países como República Dominicana (2,3%), mientras que en Bolivia y Perú se observa un impacto superior al 0,5%. Siendo los menos afectados Argentina, Brasil y Paraguay, de acuerdo con información del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG).
Sin embargo, en medio de la adversidad, julio fue un mes clave para la reactivación del turismo en diferentes partes del mundo, ya que la Unión Europea abrió sus fronteras a 15 países que considera seguros, encontrándose Uruguay como único país de Latinoamérica en la lista. A lo largo de estos meses ya observamos que van en aumento los países que permiten el intercambio de vuelos comerciales.
Desde Europa se propusieron lineamientos en favor de un turismo seguro, los cuales forman parte de la construcción de una nueva normalidad. Esta puesta en marcha permite observar la experiencia internacional como modelo para recopilar las mejores prácticas para nuestros propios países, identificando entre ellas, algunos inputs que pueden ayudar al sector turístico de Latinoamérica a salir a flote a pesar de la pandemia.
La Comisión Europea ha puesto el foco en una serie de medidas y recomendaciones que se pueden resumir en los siguientes puntos: el restablecimiento de la libre circulación de manera gradual, la protección de trabajadores y pasajeros en los servicios de transporte, la reanudación segura de los servicios turísticos y la garantía en el uso de las apps de rastreo a nivel transfronterizo para que los ciudadanos puedan ser advertidos sobre una posible infección.
En cuanto a la sanidad dentro de los aviones, un reciente informe de IATA señaló que el riesgo de que un pasajero contraiga COVID-19 mientras está abordo parece muy bajo. Se detectaron solo 44 casos potenciales identificados de transmisión relacionada con vuelos entre 1 200 millones de viajeros; es decir, un caso por cada 27 millones.
A nivel Perú, se han dado algunas medidas como la reapertura de vuelos con siete países de la región, la duplicación de vuelos nacionales, la eliminación de cobro de tarifas en parques nacionales y museos; además, se está promoviendo la figura de la agencia de viajes virtual e impulsando la ampliación de programas turísticos y campañas publicitarias para repotenciar al sector.
En tanto, las iniciativas privadas en favor de los viajeros se inclinan por el bienestar del pasajero y el cuidado en su inversión. Por ejemplo, como empresa del rubro asistencia, entendemos las exigencias del nuevo orden y apoyamos al viajero con descuentos del 15% en las pruebas PCR de diagnóstico para coronavirus, para que puedan demostrar su condición de salud antes de emprender un vuelo. Asimismo, desde la categoría se propone descuentos de hasta 50% para viajes internacionales y hasta un 40% off en productos nacionales, según el tipo de producto.
Si bien, los Gobiernos han empezado a apostar por el turismo doméstico, poniendo sobre la mesa la necesidad de preparar los destinos internos para satisfacer la demanda del nuevo perfil del viajero, el cual se muestra mucho más exigente y precavido; la meta es el turismo internacional. El cual, tras la apertura de fronteras, deja un margen para repensar acerca de la nueva forma de viajar, donde la cultura de prevención y de anticipación ante cualquier emergencia médica o contingencia derivada de esta, será el primer ítem en el checklist del viajero actual.
Por: Alexia Keglevich, CEO Global de ASSIST CARD