Claves para fortalecer los lazos familiares en la adolescencia
La adolescencia es una etapa en la que se atraviesan por muchos cambios, tanto físicos como emocionales. Es una etapa de búsqueda de identidad, donde los menores buscan encajar y validación social de los amigos y el entorno. En este momento las familias también enfrentan sus mayores retos, por ello es que el involucramiento y apoyo de la familia son mucho más importantes.
Luisa Talledo, psicóloga educacional de Innova Schools, nos brinda las claves necesarias para garantizar un óptimo acompañamiento al adolescente y trabajar en una mejor armonía del hogar.
Tiempo de calidad
Durante la adolescencia, es común que los jóvenes se separen de sus padres, pero la profesional recomienda establecer momentos de conexión y espacios para disfrutar de la compañía mutua. Esto puede ser durante las comidas, planear una salida al cine o una caminata al parque en familia. Del mismo modo, los padres deben priorizar una educación basada en el amor y el respeto. Es necesario instituir reglas, normas y estándares, pues contribuirá en darle un sentido de pertenencia y estabilidad dentro del hogar. Sin embargo, también es clave crear relaciones cercanas.
Validar sus emociones
Los padres deben ser las primeras personas que validen las emociones de sus hijos, ello les dará la confianza de expresar lo que sienten y tener la confianza de contarles lo que viven. Es primordial recordar que, para ellos, este momento es una situación transcendental y hay que validar lo que sienten.
Mostrar interés en su vida
Los padres se involucren en la vida de sus hijos: sus intereses personales y académicos. Si bien muchas veces no lo demuestren, a nuestros hijos les interesa mucho nuestra opinión.
Brindarles un espacio para madurar
No se puede desestimar que esta es una etapa importante para su madurez y su opinión es importante. Los padres deben asignarles más responsabilidad dentro del hogar, lo cual les dará un sentido de confianza y de valor como persona.
Involucramiento de la escuela
Las escuelas deben trabajar de la mano con los padres para crear estrategias conjuntas que generen lazos positivos con las familias.
Para los adolescentes, reconocer el involucramiento de sus padres en la escuela se puede ver reflejado de manera positiva en el proceso del aprendizaje y relaciones interpersonales.