Cinco consejos para el cuidado de la zona V

La primera cita con el ginecólogo puede ser un poco incómoda ya que permitir que revisen nuestra zona íntima puede generar miedo o vulnerabilidad, pero lo que se debe tener presente es que esta revisión permitirá el descarte de enfermedades, definir el tratamiento más adecuado si se llega a encontrar algún hongo o bacteria en esta parte tan importante del cuerpo femenino.

En el marco al Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, que busca solucionar los problemas que afectan la salud sexual y reproductiva de las mujeres y niñas, la doctora Gabrielita Sánchez Horna, ginecóloga de la Clínica Javier Prado, presenta algunos consejos para el cuidado de la zona íntima:

1. Generar una rutina de higiene diaria: Esto se debe incentivar desde pequeñas, el uso del agua en chorritos en la zona y la limpieza de adelante hacia atrás para evitar el arrastre de gérmenes es lo básico. Cada etapa tiene un manejo diferente, ya sea por la edad o por patologías asociadas.

2. Realizar visitas al ginecólogo por lo menos cada año: Se debe acudir a la consulta desde la etapa puberal para poder resolver dudas sobre la menstruación, el desarrollo de las características sexuales, de igual manera, aunque no presentemos ninguna molestia, la consulta puede servir para absolver preguntas sobre el inicio a la actividad sexual o consejería anticonceptivas, entre otros.

3. Utilizar ropa adecuada: El uso de vestimenta muy ajustada o quedarse con la ropa húmeda, que por lo general pasa cuando se está en la playa o piscina, puede desencadenar infecciones vaginales. Lo mejor será utilizar ropa un poco suelta, ropa interior de algodón y llevar un segundo traje de baño.

4. Cambio constante de toallitas íntimas: Para los días de menstruación, se deberá considerar cambiar la toalla higiénica o tampones por lo mínimo 3 veces al día y no esperar a que el producto esté al máximo de su rendimiento, ya que puede generar una infección vaginal.

5. Protección en la intimidad: Hay infecciones vaginales que son producidas por transmisión sexual, pueden ser causadas por virus, bacterias y hongos, muchas de ellas muy fáciles de tratar y en su mayoría prevenibles con el uso de preservativos. Una infección muy común es la que se produce por el virus del papiloma humano (VPH), el cual es causante directo de cáncer de cuello uterino, una de las principales causas de muerte en las mujeres y la segunda por cáncer en el Perú, no presenta síntomas iniciales y puede ser detectada en lesiones pre cancerosas a través de chequeos ginecológicos de manera rutinaria (Papanicolaou, test de identificación del VPH, entre otros.

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