Cinco claves para ahorrar energía en casa y oficina

Reducir el consumo energético no solo permite disminuir las facturas del hogar, sino también contribuye a mitigar el impacto ambiental y a conservar los recursos finitos que son empleados para transformarlos en energía Fomentar el uso eficiente de la energía es promover un estilo de vida más sostenible y responsable, beneficencia tanto a las generaciones actuales como futuras.

En este sentido, todos somos responsables y podemos contribuir desde diferentes formas. A nivel residencial, se estima que al desconectar aparatos eléctricos que no se estén utilizando se puede reducir hasta en un 10% el consumo mensual de energía. Por ello, en el marco del Día Mundial del Ahorro de Energía es importante empezar a incorporar hábitos sostenibles en diferentes entornos de nuestras vidas, como oficinas, escuelas o lugares públicos, y así poder marcar una diferencia positiva y significativa.

«Cada acción, por pequeña que parezca, contribuye a una mayor eficiencia energética. Si logramos llevar estos hábitos a todos los espacios en los que nos movemos diariamente, el impacto a largo plazo será notable en términos ambientales. Además, ello puede significar un ahorro significativo en la economía de las familias», destaca Eunice Villacaña, directora de la carrera de Ingeniería de la Energía de la UTEC:

Si bien puede parecer complejo empezar a aplicar distintas acciones que ayuden a reducir el consumo de energía en nuestro día a día, la especialista recomienda cinco acciones concretas:

Aprovechar al máximo la luz natural: En oficinas y lugares de estudio, abrir cortinas y ventanas para iluminar espacios con luz solar no solo reduce el uso de lámparas, sino que también mejora el bienestar general de quienes estén presentes.

Uso eficiente de dispositivos electrónicos: Apagar completamente las computadoras, impresoras y otros equipos cuando no estén en uso evita el consumo innecesario de energía. Muchas veces, a pesar de estar en modo reposo, estos siguen consumiendo electricidad de manera considerable.

Reducir el uso del aire acondicionado y la calefacción: Optar por ventilación natural, ajustar la temperatura de manera moderada y utilizar ropa adecuada para la estación son medidas que ayudan a mantener el confort sin desaprovechar energía.

Implementar sistemas de iluminación inteligente: Hacer esto en ambientes comunes como gimnasios o cafeterías es importante. Los sensores de movimiento, que apagan las luces automáticamente en espacios desocupados, son una opción eficaz para evitar el desperdicio energético.

Fomentar una cultura de ahorro energético: Ya sea en tu barrio o en el trabajo, es esencial compartir consejos sobre cómo reducir el consumo de electricidad y establecer objetivos de ahorro, con ello generar un cambio positivo en los hábitos de todos.

Aplicar estas claves en diferentes espacios, no solo en casa, es una forma práctica de contribuir al ahorro de energía. Adaptando pequeñas acciones a nuestra rutina diaria, podemos lograr un impacto significativo en el consumo energético.

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