Catarata debe operarse a tiempo para evitar ceguera
La catarata es la principal causa de discapacidad visual en el Perú, según las estadísticas del sector. A diferencia de lo que mucha gente piensa puede afectar tanto a niños como adultos; sin embargo, es más frecuente a partir de los 50 años.
En la población infantil tiene origen congénito o por traumatismos; en tanto, en los adultos se produce generalmente por factores propios de la edad, diabetes o enfermedades crónicas no controladas, entre otras causas, refiere el oftalmólogo José Santos Espinoza, de la Clínica Ricardo Palma.
La catarata es un proceso degenerativo de la transparencia del lente natural del ojo, llamado cristalino. Esta condición impide el paso de los rayos de luz a la retina y provoca que la visión se empiece a nublar u opacar en forma progresiva. Con el tiempo, el paciente ve más borroso y puede quedarse ciego.
Sus síntomas iniciales son disminución de la visión, cambios recurrentes en la medida de los lentes, sensibilidad a la luz y al resplandor. A medida que el mal avanza, la persona tiene dificultad para ver de noche y reconocer caras, halos la luz, decoloración de colores, visión doble en un solo ojo, etc.
Las cataratas suelen desarrollarse en ambos ojos, pero no siempre al mismo ritmo. Con frecuencia, el paciente tiene distintas medidas en cada ojo. Aquí radica la importancia de un control oftalmológico anual para prevenir o detectar en forma precoz problemas oculares.
Cuando la catarata no se opera, la visión empeora cada día y puede producir procesos de facoanafilaxia y elevación de la presión intraocular. Cabe indicar que cuando se interviene en forma tardía, la cirugía es más complicada y el postoperatorio conlleva más riesgos.
La catarata debe operarse cuando se convierte en un problema para el paciente y limita de manera significativa su estilo de vida. Esto es cuando la agudeza visual está por debajo del 40% de visión.
Gracias a los avances de la medicina, esta operación cada vez es más segura, rápida y eficaz en manos de profesionales capacitados. Se realiza en forma ambulatoria y en unos cuantos días el paciente puede volver a realizar sus actividades cotidianas.
El procedimiento consiste en extraer el lente natural del ojo y reemplazarlo con un lente intraocular artificial, realizando una microincisión de 2 mm en la córnea. De esta forma, la persona puede mejorar su salud visual.
Después de la operación se recomienda: evitar esfuerzos físicos, cargar peso, frotarse los ojos, así como, usar lentes oscuros, gotas de antibiótico y antiinflamatorios para que la recuperación sea satisfactoria. El paciente es evaluado a las 24 horas, 3 días, a la semana y al mes para examinar su progreso.
Para que el paciente pueda ser operado es necesario realizarse un análisis de sangre, riesgo quirúrgico cardiológico y un estudio del ojo (cálculo del lente intraocular, estudio de presión ocular, de la retina, mácula y nervio óptico). La ceguera por catarata es prevenible. En la actualidad, operarla implica menos riesgos para el paciente y grandes beneficios para mejorar su agudeza visual. Si tiene dudas sobre este procedimiento, consulte con su oftalmólogo.