Cáncer de Ovario, el tumor femenino de carga genética

En el marco del Día Mundial del Cáncer de Ovarios que se conmemora cada 8 de mayo, los especialistas buscan generar consciencia sobre la enfermedad, la importancia de la prevención y la detección temprana, con el objetivo de reducir las tasas de mortalidad en el país por esta neoplasia maligna.

Si bien el riesgo de cáncer de ovario en las mujeres de la población general en el transcurso de sus vidas es menor de 2%, es el octavo tumor maligno más frecuente entre las mujeres a nivel mundial y con una alta tasa de mortalidad. Sólo en 2020 fueron más de 207 mil las mujeres que murieron por causa de esta enfermedad y por año se diagnostican más de 313 mil casos.

En Chile, el cáncer de ovario es la novena causa de muerte en las mujeres, las cifras de Globocan dan cuenta que al año fallecen 549 chilenas por esta enfermedad, lo que se traduce en que mueren alrededor de dos mujeres al día como consecuencia de este cáncer femenino. Asimismo, en 2020 se diagnosticaron 837 nuevos casos. La OMS proyecta que para 2040, en el territorio nacional, habrá un aumento del 33% en los diagnósticos anuales y de un 47% en la mortalidad.

¿Las razones de las elevadas tasas de mortalidad?

Los expertos advierten que uno de los factores de riesgo más importantes en esta enfermedad es la historia familiar de cáncer de ovarios, mama, páncreas o próstata. Mujeres con este historial deben consultar con su médico sobre su riesgo de desarrollar cáncer de ovarios, ya que tiene una asociación genética muy frecuente en aquellas pacientes con antecedentes de mutación de los genes BRCA1 y BRCA2. Se calcula que, en las mujeres con el gen BRCA1, el riesgo de cáncer de ovario es entre 35% y 70% y para las mujeres con mutaciones BRCA2, el riesgo se estima entre 10% y 30% a los 70 años de edad.

El porcentaje de mujeres que pueden llegar a tener mutación en los genes BRCA1 y BRCA2 oscila entre un 10% y un 15% según diferentes fuentes. En Chile esto se traduce en que más de un millón y medio de mujeres podrían tener esta mutación genética.

Si una mujer tiene antecedentes familiares de cáncer se recomienda la asesoría genética, como una manera de acercarse a un diagnóstico precoz, que permitirá al equipo médico entregar mejores terapias y tratamientos a las pacientes, para lograr sobrevidas largas y de buena calidad. Otros factores de riesgo asociados al cáncer de ovario son el historial reproductivo (menstruación temprana, menopausia tardía, menos embarazos o ningún embarazo); obesidad, tabaquismo y edad avanzada, entre otros.

Síntomas y prevención

Esta patología es reconocida como una enfermedad silenciosa, ya que los síntomas no son específicos. Estos son: hinchazón o distensión abdominal persistente, dolor estomacal o abdominal bajo que no desaparece, sensación de saciedad rápida y/o pérdida de apetito y necesidad de orinar con más urgencia y/o frecuencia de lo habitual. Otros síntomas adicionales pueden ser indigestión persistente, estreñimiento o diarrea, dolor de espalda, fatiga extrema, pérdida de peso inexplicable, dolor durante el coito, cambios en el ciclo menstrual y/o sangrado vaginal posmenopáusico.

Una vez ya avanzado el tumor, los síntomas son hinchazón y aumento de la circunferencia abdominal, náuseas, problemas respiratorios e incluso anorexia. El cáncer de ovario afecta principalmente a mujeres entre 55 y 64 años y para diagnosticarlo las pruebas que se usan con más frecuencia son el examen pélvico completo, la ecografía transvaginal y la prueba de sangre CA-125.

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