Aprende cómo reconocer cables falsificados

En datos del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP), 7 de cada 10 incendios tienen su origen en un accidente eléctrico. En ocasiones, por la ubicación interna, la red eléctrica del hogar se vuelve inaccesible y los problemas solo se identifican cuando ocurre una falla o un infortunio. De ahí la importancia de elegir un cable que asegure un adecuado funcionamiento, cumpla con la normativa nacional y siga procesos avalados internacionalmente.

Aunque, en la actualidad exista una gran variedad de conductores eléctricos que se diferencian por su calidad y precio, no siempre los productos ofertados cuentan con las características idóneas para soportar la carga eléctrica que se emplea en el hogar, pues se trata de imitaciones que personas inescrupulosas introducen al mercado con la intensión de aprovecharse del desconocimiento de sus clientes.

Como menciona Fernando Gainza, Gerente Comercial de CELSA, los conectores eléctricos que se usan de forma doméstica tienen dos componentes, los hilos de cobre que se encargan de transportar la corriente y el aislamiento que recubre el metal. «El cable debe ser 100% de cobre para asegurar su conductividad y el aislamiento tiene que ser capaz de resistir factores ambientales como altas temperaturas, humedad, polvo e incluso tener propiedades que eviten la propagación de fuego. En las versiones adulteradas, estos materiales se reemplazan por alternativas peligrosas que ponen en riesgo a quienes los adquieren».

Con el fin de ayudar a los usuarios, el especialista ofrece cuatro recomendaciones que debe seguir al momento de comprar un cable eléctrico:

1. Comparar precios. Antes de elegir un conductor es importante conocer el costo promedio que tiene el producto. Aunque es usual inclinarse por la opción más económica, es preferible desconfiar de las ofertas en las que se rebaja demasiado el costo.

2. Verificar el peso. Los cables originales están fabricados con hilos de cobre, mientras que las adulteraciones usan aluminio o aluminio bañado en cobre. Estos materiales son más ligeros que el original de cobre por lo que, de existir una diferencia, puede ser indicio de fraude.

3. Comprobar que sea 100% de cobre. Para esta evaluación se hace un corte en el cable o se raspa con una cuchilla uno de los extremos y se observa la punta. En el original se conserva el color propio del metal, en cambio, en las falsificaciones, aparece una coloración negruzca o plomiza característica del aluminio.

4. Comprar en establecimientos de confianza. El obtener estos implementos en cadenas autorizadas o retails evita ser objeto de una estafa. Buscar cables en lugares de dudosa procedencia puede ser el inicio de una fatalidad.

«Si bien el deseo por ahorrar lleva a las personas a optar por las alternativas más económicas en ciertos artículos y servicios. En el caso de los conductores eléctricos es mejor tomar todas las precauciones y asegurarse de que el producto se encuentre en perfecto estado y cuente con las propiedades que garanticen calidad y seguridad», finaliza el especialista.

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