Aprenda cómo calcular fácilmente el consumo eléctrico en casa

En ocasiones, a pesar de ahorrar energía al apagar las luces, utilizar tecnología LED o adquirir electrodomésticos energéticamente eficientes, entre otros, el recibo de luz no baja, o incluso sube. Ante este escenario se debe considerar hacer un cálculo manual del consumo eléctrico de casa.

De acuerdo con Fernando Gainza, gerente comercial de CELSA, «esta estimación ayuda a identificar qué aparatos gastan más luz o qué malos hábitos energéticos se deben corregir. También es posible obtener indicios de probables defectos en las instalaciones eléctricas o descubrir errores en la medición del servicio».

Existen circunstancias en los que la diferencia entre lo que se paga y lo que se utiliza es tan grande que amerita verificar si la medición es correcta o existe una falla en el sistema eléctrico. Para ello, se deben seguir las siguientes recomendaciones:

1. Elija un artefacto y ubique la potencia que tiene. Este valor, en watts, viene indicado en la etiqueta.

2. Multiplique la potencia por el número de horas que se utiliza en el día. Por ejemplo, un televisor con una potencia de 100 Watts, que está encendido 5 horas al día, usará de 500 Wh (Watts hora) o 0.5 kWh.

3. Repita el ejercicio con cada electrodoméstico que usa a diario y sume los resultados para determinar el total del día. Multiplique este valor por el número de días del mes para conseguir el consumo eléctrico mensual aproximado.

Si se realiza correctamente, la cifra debe ser similar a la entregada por la compañía en el recibo de luz. En caso de hallar un valor distinto, se debe considerar alguno de los siguientes aspectos que pueden modificar la medición:

1. Presencia de cables en mal estado. La antigüedad y el deterioro del sistema eléctrico, así como la aparición de puntos de resistencia, ocasionan pérdidas de energía al momento de distribuir la electricidad. Es recomendable reemplazar los conductores en mal estado por productos de calidad y seguridad.

2. No considerar los equipos en modo de espera o stand by. Muchos dispositivos electrónicos continúan gastando energía incluso cuando están apagados. Asegúrese de desconectar los equipos que no utilice para tener un cálculo más preciso del consumo eléctrico real.

3. Omitir artefactos de alto consumo. Es importante prestar atención a algunos electrodomésticos, como aires acondicionados, calentadores de agua, hornos eléctricos o secadoras. El no tener en cuenta la frecuencia ni la duración de uso de estos aparatos puede alterar significativamente el resultado.

4. Errores en la lectura del medidor por parte de la compañía. No se debe descartar una equivocación en la lectura del medidor de electricidad, ya sea por parte del usuario o del personal encargado. Si nota una irregularidad en el cobro, puede reclamar por la plataforma web, de forma telefónica o presencial en la compañía que corresponda.

5. Cambios en los patrones de consumo. El incorporar nuevos equipos, modificar las rutinas diarias o el cambio en la cantidad de personas que habitan en el hogar alteran la cantidad de energía empleada durante el período de facturación y generan discrepancias en las cifras.

Al tomar en cuenta estos puntos, no solo controlará de forma eficiente la electricidad en casa, sino que además se asegurará de pagar únicamente por el consumo útil.

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