Aon plc analiza riesgos a los que se enfrenta el sector agrícola
Aon plc analizó los principales riesgos a los que se enfrenta el sector agrícola en su Encuesta Global de Gestión de Riesgos 2021, la cual tuvo la participación de más de 2,300 directivos en 61 territorios de 16 industrias tanto en empresas públicas como privadas.
Las Naciones Unidas prevé que el número de habitantes del planeta podría llegar a alrededor de 8500 millones para el 2030. Este crecimiento exponencial ejerce presión sobre el sector de alimentos, agroindustrias y bebidas (FAB, por sus siglas en inglés) que debe garantizar la capacidad de alimentar al mundo. Esta preocupación incluye especialmente a América Latina por ser una de las principales regiones productoras de alimentos. Sumado a ello, la reducción de la producción agraria debido a la escasez global y el elevado precio de los fertilizantes.
Los resultados de la encuesta revelan que el riesgo número 1 corresponde a la volatilidad de los precios de las materias primas, mientras que la interrupción del negocio es el riesgo número 2 y los problemas en la cadena de distribución y suministro son el riesgo número 3.
En el caso específico de Perú, el elevado precio de los fertilizantes, impactará directamente en la productividad de los agricultores, situación que podrá verse parcilamente mitigada por proveedores locales cuya cercanía con agricultores y capacidad logística los habilitaría para cubrir más del 50% de la demanda de urea de forma inmediata, según lo dicho por la Cámara de Comercio de Lima en días pasados.
Por otro lado, el riesgo cibernético corresponde al riesgo número 5 y se manifiesta generalmente con la interrupción del negocio. El sector de alimentos, agroindustria y bebidas (FAB) es objeto de ataques por parte de los ciberdelincuentes, con un aumento de casi el 400% en los ataques de ransomware (secuestro de datos) en los últimos dos años en todas las categorías.
Este panorama exige que las empresas del sector de alimentos, agroindustria y bebidas (FAB) modifiquen sus enfoques de gestión y mitigación de riesgos. Una mayor integración de las funciones de riesgo, control y cumplimiento es clave para lograr el éxito a largo plazo. Según la encuesta, casi el 40% de las empresas afirmó que la pandemia ha acelerado su revisión de los procesos de gestión del riesgo empresarial (ERM), pero solo el 19% afirmó estar dispuesto a aumentar los gastos de capital para mejorar sus capacidades.
La gestión de riesgos debe ser parte de la cultura de la empresa y de la agenda de la alta dirección para llevarlo a todos los niveles de la organización. Las prácticas de gestión de riesgos sostenibles y bien diseñadas siguen siendo la mejor defensa contra un entorno externo incierto.