Análisis y chequeos médicos preventivos que debes hacerte si o si

La prevención es la mejor estrategia para mantener una buena salud y detectar a tiempo enfermedades que podrían tratarse de manera más efectiva. Cada etapa de la vida trae consigo diferentes necesidades médicas y chequeos esenciales que pueden marcar la diferencia en la calidad de vida de una persona.

Desde el nacimiento, los exámenes de laboratorio juegan un papel fundamental en la evaluación metabólica y en la detección temprana de enfermedades. El despistaje neonatal es clave para descartar anomalías congénitas, mientras que en la infancia se priorizan pruebas de anemia y parasitosis, ya que estos problemas pueden afectar el desarrollo cognitivo de los niños.

Al llegar a la adultez, las evaluaciones metabólicas cobran relevancia debido a la prevalencia de enfermedades como la diabetes mellitus y dislipidemias. En la etapa adulta mayor, los chequeos se enfocan en el control de la menopausia en mujeres y problemas prostáticos en los varones.

La detección precoz de alteraciones en la salud permite adoptar medidas oportunas antes de que una enfermedad avance y se vuelva irreversible. Exámenes como los de glucosa, colesterol, triglicéridos y hemoglobina deben ser monitoreados regularmente, ya que cada persona presenta una variabilidad biológica única en sus valores de referencia. Asimismo, los chequeos prenatales son cruciales para el adecuado desarrollo del bebé.

"Es importante que las personas incorporen los chequeos preventivos como parte de su rutina de salud, sin esperar la aparición de síntomas. Actualmente, el sistema de salud público en el Perú, a través de EsSalud y el SIS, brinda acceso a evaluaciones médicas gratuitas o a bajo costo, eliminando barreras económicas que puedan dificultar el acceso a la prevención", destaca Ángel Oviedo Izusqui, docente de la especialidad de Laboratorio Clínico y Anatomía Patológica del Instituto Carrión.

Enfermedades crónicas y factores de riesgo

Para las personas con antecedentes familiares de enfermedades crónicas como diabetes, dislipidemia o afecciones cardiovasculares, es recomendable realizar pruebas específicas que permitan una evaluación más detallada. Si bien estas patologías no son necesariamente hereditarias, el componente genético sumado a factores sociales, culturales y económicos puede incrementar el riesgo de padecerlas. Por ello, informar al médico sobre el historial familiar es fundamental para determinar los análisis adecuados.

Los estilos de vida poco saludables aumentan la necesidad de controles médicos frecuentes. Factores como el sedentarismo, la mala alimentación, el consumo de alimentos ultraprocesados y el estrés contribuyen al desarrollo de enfermedades metabólicas. Por ello, es recomendable que las personas con obesidad u otros factores de riesgo se realicen chequeos preventivos con mayor frecuencia, a fin de detectar cualquier anomalía de manera temprana.

La salud es el activo más valioso de cada persona y la mejor forma de protegerla es a través de la prevención. Realizarse chequeos médicos periódicos, adoptar hábitos saludables y mantenerse informado son acciones clave para garantizar una mejor calidad de vida.

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