Alimentarse bien, la cura ideal para la obesidad
Más que un asunto estético, la obesidad es un tema crucial para el sector de la salud día tras día. Las cifras no mienten: más de mil millones de personas en el mundo padecen de obesidad, entre ellas 650 millones adultos, 340 millones adolescentes y 39 millones niños.
De acuerdo con la Dra Natalia Toro, Profesora del Máster Universitario en Nutrición y Salud de la Universidad Internacional de Valencia, en Latinoamérica, la cosa no es menos preocupante.
El continente ha visto triplicar las tasas de sobrepeso en los últimos cincuenta años, la obesidad afecta al 62,5% de la población de las Américas y ha sido la responsable, hasta el 2021, de 2,8 millones de muertes por enfermedades no transmisibles como la diabetes, el cáncer y enfermedades y accidentes cardiovasculares de los cuales es detonante.
Además, se ha visto una alarmante cifra de sobrepeso en niños y adolescentes. Cerca del 33,6% de esta población entre los 5 y 19 años padece de obesidad por factores alimenticios como los bajos niveles de lactancia, dietas bajas en frutas y verduras y altas en ultraprocesados y azúcares.
¿Cómo se diagnostica la obesidad?
El peso debe ir en proporción al cuerpo de cada individuo, aunque hay excepciones donde el peso excesivo no es un problema (por ejemplo, un fisiculturista cuyo peso está dado por su masa muscular).
La obesidad es una enfermedad crónica ocasionada por un aumento de la masa de grasa. Se detecta gracias a una valoración antropométrica que consiste en medir características como peso, talla, diámetros óseos, perímetros y pliegues adiposos, y se complementa con una impedanciometría multifrecuencia, que ayuda a determinar los niveles de adiposidad corporal estimando la diferencia entre el peso y los volúmenes de líquido corporal.
Un punto de partida esencial es el cálculo del índice de masa corporal (IMC), que consiste en dividir los kilogramos de peso por el cuadrado de la estatura en metros. Una persona con sobrepeso, normalmente supera un IMC de 25. Para considerar a alguien obeso, su IMC es igual o superior a 30 kg/m, aunque varía dependiendo del individuo.
La buena alimentación ayuda a prevenir la obesidad
Está comprobado que la alimentación adecuada es fundamental para prevenir y tratar el sobrepeso, así como para lograr un equilibrio calórico y un peso saludable. La OMS así lo ha recomendado, así como muchos otros estudios al respecto.
Según la doctora Natalia Toro Funes, los resultados de estos estudios arrojan recomendaciones esenciales para la buena alimentación: «Reducir la ingesta calórica de grasas; aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos; mermar la ingesta de azúcares libres; preferir raciones de menor tamaño; aumentar el consumo de alimentos de baja densidad energética; consumir alimentos de origen vegetal fuente de fibra; Reducir el consumo de Fast Food (máximo una vez por semana).
Además, es urgente también implementar estrategias para facilitar el acceso a alimentos saludables (frutas, hortalizas), pues la misión de luchar contra la obesidad es un asunto también institucional.
Otros tratamientos para detener la obesidad
Aunque la dieta acompañada de ejercicio es inapelable en este tratamiento, existen otros mecanismos necesarios según el grado de obesidad, ya sean fármacos o cirugía bariátrica que permiten potenciar la pérdida de peso.
La lucha para mejorar las cifras de la obesidad en la población es constante. No solo la implementación de la medicina sigue siendo fundamental, sino la pedagogía sobre la importancia de adquirir hábitos saludables que nos permitan tener una calidad de vida durante mucho más tiempo.