Agresiones a mujeres aumentan y disminuyen recursos para prevenirla

El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de La Violencia Contra la Mujer, esto a causa de que, en 1960, las hermanas Mirabal, activistas contra la violencia de género, fueron asesinadas a golpes en medio de unos cañaverales en República Dominicana. Sus cuerpos fueron encontrados el 25 de noviembre y desde ese día hasta hoy, se visibiliza la violencia que sufren miles de mujeres alrededor del mundo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tres de cada diez mujeres han tenido como parejas a hombres que les han agredido física o sexualmente, con severas consecuencias en la vida de las supervivientes tales como depresión, ansiedad, embarazos forzados, o VIH, entre otras.

Pero no solo la violencia hacia las mujeres impacta severamente en su salud física y emocional, también en su vida profesional. Maria José Gómez, socióloga y directora de la Fundación Forge, indica que esta es una de las razones del absentismo laboral, retrasos, rotación y bajas por enfermedad.

Por otro lado, en Perú, según el INEI, durante el año 2019, más de la mitad de los hombres agredió a sus parejas: el 57,7% de las mujeres de 15 a 49 años de edad declararon que fueron víctimas de violencia psicológica, física y/o sexual alguna vez por el esposo o compañero. El doble de la media mundial. Además, desde que comenzó la pandemia hasta agosto, la línea 100 de atención ha atendido 156 307 llamadas.

El feminicidio es otro problema latente para las mujeres en la sociedad peruana. Durante el presente año, 234 hombres han intentado asesinar a mujeres en Perú, la mitad de esas mujeres murió. En un 80% de los casos, esas mujeres eran sus parejas o exparejas.

Adicionalmente, al mismo tiempo que se incrementaron las agresiones de hombres a mujeres, en algunos países, los recursos que se utilizaban para prevenir la violencia y atender a las víctimas, se redirigieron a intervenir en la respuesta sanitaria. Maria José Gómez, socióloga y directora de la Fundación Forge, indica que, durante la emergencia sanitaria debido al COVID-19, se ha incrementado la violencia machista y se ha reducido el presupuesto para prevenirla, proteger a las víctimas y sancionar a los agresores.

La vocera de Fundación Forge indica también que, es importante difundir las siguientes acciones para mermar esta problemática: Acompañar a las víctimas de violencia ya que su aislamiento es una de las estrategias de los maltratadores para debilitarlas; también, es necesario hacer un llamado masivo a la credibilidad de las víctimas y a su acompañamiento, ya que es una de las razones principales, junto con el miedo al agresor- por las que las mujeres temen denunciar, y otro llamado al repudio social de la violencia de género, incluyendo el acoso y las bromas machistas. Por último, es importante crear programas de intervención con hombres violentos que inhiban a los hombres de seguir agrediendo.

Finalmente, señala que desde la Fundación Forge trabajan en el desarrollo de habilidades blandas de jóvenes de bajos recursos económicos para su inserción en un empleo de calidad, y que parte de su formación, incluye la identificación de las relaciones de poder entre los géneros.

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