Lanzamiento de la campaña Heroes Ambientales
La ONG Recicla Latam y San Miguel Industrias (SMI) lanzaron la campaña #HeroesAmbientales tras las celebraciones por el Día del Reciclador en donde más de 366 recicladores integrantes de las asociaciones de Jesús María, Pueblo Libre, Ventanilla, Chorrillos, Lima y San Martín de Porres, fueron los protagonistas, reconociendo su ardua labor, la misma que es la base de la cadena de la economía circular.
Estos actos festivos, se llevaron a cabo el 31 de mayo, 01 y 06 de junio y contó con la presencia de las diferentes autoridades de las mencionadas instituciones ediles y los representantes de Recicla Latam y SMI.
Los recicladores cumplen una función de suma importancia en la gestión de los residuos, pues gracias a ellos una gran cantidad de materiales ingresan al ciclo del reciclaje, y con se reduce la contaminación ambiental, mejora la calidad de vida de la población, se generan puestos de trabajo y el Estado ahorra al reducir los costos asociados a la gestión municipal de residuos y la inversión en salud pública.
Según las cifras oficiales, en el Perú se generan 8´214,355 toneladas de residuos municipales al año, de las cuáles 20.9% corresponden a residuos aprovechables y 56.9% son residuos orgánicos. De estas cifras, únicamente reciclamos el 1.8% de los 77.8% que podríamos.
Cabe precisar que Recicla Latam y SMI se unen con el objetivo de lograr que los recicladores se formalicen, es decir, que pasen de ser vendedores ambulantes a pequeños empresarios. En el Perú existen unos 180,000 recicladores, de los cuáles únicamente 5,500 están formalizados, según el Primer Censo Nacional de Recicladores y Recicladoras del Perú. Asimismo, alrededor de 500,000 personas dependen económicamente de esta actividad.
Los recicladores, nuestros Héroes Ambientales, realizan un trabajo digno, honorable, y honrado que muchas veces es el único sustento para sus familias. La labor que realizan, aporta a nuestra sociedad en su conjunto, sin embargo, muchas veces son víctimas de malos tratos, amenazas y burlas. Todo ello hace que los trabajadores del reciclaje se sientan relegados por la sociedad cuando debería ser todo lo contrario.