Cuidado del adulto mayor en otoño
El cuidado de los adultos mayores durante el otoño exige mayor atención para que los cambios climáticos no afecten su salud física y mental. El doctor Jorge Luis Solari, médico internista y geriatra de la Clínica Ricardo Palma, explica que cuando empieza a descender la temperatura las cabecitas blancas son más propensas a infecciones respiratorias. Por ello, deben estar vacunados no solo contra el COVID-19, también contra la influenza y neumococo.
Durante esta temporada es importante que eviten bebidas heladas y corrientes de aire, así como, mantener las medidas de bioseguridad: lavado de manos, mascarillas, distanciamiento prudente y uso de alcohol gel para evitar enfermarse por virus o bacterias. El uso de ropa abrigadora también es fundamental, así como, la aplicación de cremas hidrantes para evitar resequedad de la piel.
En cuanto a la alimentación, debe ser de fácil digestión con predominancia de carnes blancas y ensaladas e incluir una mayor cantidad de cítricos, verduras de hojas verdes y pescado pues aportan muchas vitaminas. Las legumbres también deben formar parte de la dieta: son una fuente de hierro y proteínas que brindan resistencia física contra infecciones. Los antioxidantes tampoco deben faltar. Se encuentran en el tomate, remolacha y frutas como los arándanos
Para evitar cuadros de melancolía o depresión por los días grises y fríos se aconseja que los adultos mayores se conserven activos. Las lecturas, manualidades, taichí y juegos de salón los mantendrán entretenidos y de buen humor. Las actividades espirituales como la meditación y oración son grandes alternativas para evitar pensamientos negativos que “contaminan” sus vidas. Participar en actividades sociales y reuniones familiares es crucial para evitar episodios de tristeza. Para que mantengan contacto con sus seres queridos, hay que enseñarles a usar WhatsApp, Facebook, Instagram, entre otras redes sociales. Con ayuda de la tecnología no existen distancias físicas ni geográficas.
Envejecimiento saludable
– Para tener una vejez activa, el especialista aconseja:
– Tener una alimentación balanceada: menos grasa, pocos azúcares, más proteínas, frutas, verduras y fibra.
– Ingesta de cantidad adecuada de líquidos entre 1.5 y 2 litros de agua, jugos infusiones y sopas.
– Caminar por lo menos 30 minutos al día.
– Evitar el estrés innecesario.
– Darle un profundo sentido a su vida.
– Control adecuado de la presión arterial, niveles de glucosa y colesterol en sangre.
– Controles médicos periódicos.
– Respetar su cartilla de vacunación.