5 hábitos saludables para reducir nuestra huella ambiental
La protección del planeta está directamente vinculada con la preservación de medioambiente y, en los últimos años, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la humanidad. En ese aspecto, la llamada huella ecológica, entendida como el espacio terrestre y marino que necesita cada ser humano para vivir, se ha vuelto cada vez más crítica.
Por ejemplo, cada ser humano está requiriendo actualmente de 2.7 hectáreas; sin embargo, el planeta solo nos puede proporcionar 1.8 hectáreas, recalca Mercedes Gómez, directora académica de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
En el marco del Día de la Tierra, uno de los grandes desafíos es controlar las acciones que aumentan nuestra huella, y podemos hacerlo desde nuestra vida diaria para que el planeta mejore sus condiciones y que la vida sea sostenible en el tiempo.
Por ejemplo, los errores más comunes van desde desperdiciar el agua al momento de bañarnos, utilizar bolsas de plástico en las compras o incluso cargar celulares cuando no se están usando.
En ese sentido, la directora de la carrera de Ingeniería Ambiental de la UPC, ha identificado cinco aspectos que podemos tomar en cuenta en nuestro día a día para reducir nuestra huella ambiental y que incluso pueden ayudar al ahorro de dinero.
Cada gota cuenta. Mide tu consumo de agua mientras te bañas o lavas los dientes e intenta cerrar los caños cuando no requieras el agua. También, debes evitar lavar los autos con manguera, ya que se pierde mucha agua. La mejor solución es utilizar un balde y un trapo de limpieza que se pueda mojar y escurrir.
Enchufar solo al usar un artefacto. Un error que cometemos constantemente es dejar los aparatos electrodomésticos, como la tostadora, el ventilador o nuestros celulares, conectados aun cuando no los estamos usando y esto contribuye al desgaste innecesario de energía. Asimismo, es esencial revisar las habitaciones de la casa que no se estén utilizando para comprobar que las luces estén apagadas.
Separar residuos orgánicos y reciclables. Sigue la regla de las 3R: Reducir, Reciclar, Reutilizar. Como parte de nuestro consumo y reciclaje responsable, es necesario optar por botellas de materiales reciclados y menos contaminantes en vez de plástico y utilizar bolsas reciclables para hacer las compras de la casa. De la misma manera, se debe usar productos ecológicos y biodegradables que garanticen la reducción de emisiones de sustancias perjudiciales.
Menos uso de autos. Los automóviles que no son eléctricos o funcionan a gas natural, producen mayores emisiones de C02 y diversos contaminantes que afectan el medio ambiente. Por ello, su uso debe ser disminuido, teniendo en cuenta la distancia en la que se utiliza y el número de personas que se transporta. En distancias cortas, es mejor usar una bicicleta o caminar, y en otras ocasiones, puedes aplicar el método de “pool” dentro de tu familia y amigos para reducir el número de vehículos que se utilizan al día.
Mejorar hábitos alimenticios. Comer bien también puede significar ayudar al planeta. Reducir la ingesta de carne, e incluso ser vegetariano o vegano -siempre con supervisión médica-, es una opción vital cuyas razones van mucho más allá de la salud o la pérdida de peso, pues el solo hecho de reducir nuestro consumo de carne ayuda a la reducción de la huella hídrica.