Una segunda vida para nuestros productos

La explotación de recursos naturales es la principal razón del cambio climático y la pérdida de biodiversidad. La extracción de materiales se ha triplicado desde 1970 y solo en el Perú, se generan 21 mil toneladas diarias de basura. Si los patrones continúan, se necesitarán tres veces más recursos naturales de los que se necesitaban en el 2015.

«Usualmente adquirimos un producto, lo usamos y luego lo desechamos. A esto le llamamos economía lineal. Sin embargo, debemos cambiar el concepto que tenemos del desperdicio y reflexionar la forma en la que producimos y consumimos», comenta Mariale Soto, Directora Ejecutiva de Sistema B.

La economía circular, en cambio, busca el aprovechamiento de recursos a través de tres principios: hacer circular productos y materiales, eliminar los desechos y la contaminación, y regenerar la naturaleza. El problema radica en que solo el 9% de la economía mundial la aplica.

En ese sentido, Mariale Soto nos brinda 4 acciones para contribuir a la economía circular desde casa:

1. Reutiliza o rediseña los productos: Las compras por impulso pueden resultar en dispositivos o prendas en desuso. Opta por darles una segunda vida.

2. Elabora un compost casero: Más del 50% de los desechos generados en el país son materia orgánica, como alimentos o vegetales. Estos restos se descomponen rápidamente y pueden utilizarse como abono.

3. Averigua el origen de tus productos: Investiga en dónde se producen y qué tan sostenibles son.

4. Planea las compras: Elabora una lista con los productos que necesitas. Evita comprar en exceso e intenta escoger productos que tengan el menor uso de plástico.

Actualmente, diversas empresas peruanas han aplicado este sistema: Sugo, por ejemplo, recupera productos en riesgo de descarte y los comercializa con descuentos de hasta el 90%. Sinba asesora en reciclaje de residuos orgánicos a restaurantes, para luego procesarlos y convertirlos en alimento para animales. Textil del Valle recicla las mermas de corte y remalle para convertirlas en frazadas para comunidades vulnerables a friajes. Son empresas B, que se enfocan en generar valor con los actores que los rodean, generando un impacto positivo en diversos ámbitos como el ambiental, social y económico.

Con las acciones realizadas han logrado beneficiar a más de 90 mil familias, salvar más de 3 millones de productos, mitigar más de 129 mil toneladas de CO2, evitar deforestar árboles y ahorrar agua y energía. La economía circular es un sistema resistente para los negocios, personas y medio ambiente.

Artículos relacionados

Back to top button