Síntomas de la bipolaridad y cómo prevenir sus episodios
Así como las personas pueden presentar diversas enfermedades a nivel físico, lo pueden hacer a nivel mental y es igual de importante poder identificarlas y tratarlas para garantizar la calidad de vida. Entre ellas se encuentra la bipolaridad, que es un trastorno crónico que genera cambios importantes en el estado de ánimo y el comportamiento de la persona. Esta alteración está asociada al funcionamiento de diferentes estructuras cerebrales y sustancias denominadas neurotransmisores.
«Una persona tiene la capacidad de autorregular sus estados de ánimo. En el trastorno bipolar los mecanismos asociados a ello no son capaces de regular estos cambios, pudiendo generar un estado profundo de tristeza (episodio depresivo), un estado de ánimo elevado (episodio maníaco) o estados mixtos. Estos pueden durar semanas, meses, desaparecer y volver a aparecer en mucho tiempo. Es importante señalar que este trastorno suele manifestarse generalmente en la edad adulta», explica Alex Gonzales Asencio, coordinador académico de Psicología en el Campus UTP de Lima.
Esta enfermedad presenta una gran variedad de signos y síntomas, que varían en cada persona y requieren de la evaluación de un especialista. Sin embargo, como se ha indicado, existen dos estados principales:
Episodio de depresión: Algunos de los síntomas de este episodio son sensación de tristeza o vacío, pérdida de interés o placer, falta de energía, aumento del sueño, cansancio constante, descuido de la higiene personal, aislamiento, pérdida de peso, culpabilidad, ideas suicidas y falta de concentración.
Episodio de manía: Durante esta etapa se puede mostrar irritabilidad, movimientos nerviosos, nivel de energía elevado, autoestima exagerada, pensamiento acelerado, impulsividad, conductas de riesgo, mayor habla, menor sueño y aumento del deseo sexual.
«El tratamiento en el trastorno bipolar es a largo plazo, se requiere de una evaluación para determinar si este se realizará con una terapia farmacológica e intervención psicoterapéutica; que determinen la efectividad de la adherencia al tratamiento. Con esto se busca disminuir las recaídas y mantener en remisión el trastorno, permitiendo desarrollar una vida con normalidad», sostiene el coordinador académico de Psicología de la Universidad Tecnológica del Perú.
En este sentido, brinda estas recomendaciones:
Cuidar la salud. Es importante mantener una dieta adecuada y realizar ejercicio continuamente, ya que algunos medicamentos podrían incrementar el riesgo en el aumento de peso. Además, la actividad física beneficia al estado de ánimo y al sueño. Asimismo, se debe evitar el consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias, porque pueden desencadenar episodios.
Establecer lazos de confianza. En las relaciones personales, es posible que debido al tratamiento y recuperación el círculo social no sea el mismo, algunas personas toman distancia. Por ello, a través de la sinceridad, se podra retomar la confianza en los amigos más cercanos y la familia. Es en algunos casos necesario establecer límites y mantener apertura al diálogo para sobrellevar el tratamiento o las recaídas.
Apoyarse en la psicoeducación. Cuanta más información tenga el paciente, se encontrará más preparado para afrontar y controlar la situación. Con la psicoeducación, podrá tener la guía de un profesional y abordar temas importantes para la persona y la familia. Las sesiones pueden ser individuales o grupales.
Acudir a grupos de ayuda. Participar en grupos de autoayuda puede llegar a ser un gran soporte, debido a que la persona podrá compartir experiencias con otras que han pasado por situaciones similares.
Recurrir a técnicas. Se puede optar por métodos para el control del estado de ánimo, reconocer y evitar situaciones de estrés y realizar prácticas de relajación.