¿Cómo cumplir nuestras metas financieras?

El inicio de un nuevo año es el mejor momento para planificar nuestras metas y marcar nuestros principales objetivos personales a nivel profesional, familiar y financiero, por lo que el punto de partida es establecer un hábito de ahorro. Sin embargo, las cifras en nuestro país son desalentadoras debido a que, de acuerdo a un informe del 2020 de la Superintendencia de Banca y Seguros, solo el 40% de la población mayor a 15 años ahorra y el 8% lo hace en el sistema financiero.

Con este panorama, ¿existe algún método para facilitar el ahorro? Para Mariana Rubio, jefa de Educación y Desarrollo en Interbank, lo primero es tener una buena distribución de nuestro presupuesto y, apenas se reciban los ingresos, tratar de asignar el 20% para el ahorro. Además, es importante recordar siempre que la frecuencia es fundamental cuando empezamos a ahorrar y solo así forjaremos un hábito.

¿Qué objetivos sencillos nos podemos plantear para comenzar a ahorrar? Rubio recomienda dos:

1. Lo ideal es que nuestros objetivos de ahorro sean importantes para uno mismo, así podremos asegurar que nos mantendremos motivados en el camino.

2. Para crear hábitos debemos volverlos sencillos. Por ejemplo, si la meta fuera ser una persona más sana se podría empezar haciendo deporte y dejando la ropa lista un día antes y poner alarmas para no olvidarlo, así se vuelve sencillo el hábito. En el caso del ahorro, se pueden usar las alcancías virtuales, como la que se encuentra disponible en la aplicación de Interbank, que ayudarán a evitar la tentación de usar el dinero. Asimismo, se debe interiorizar que lo más importante es hacer del ahorro un hábito. De nada nos sirve plantearnos ser más sanos y empezar a hacer deporte, comenzar con dos horas un día y no hacerlo más, es mejor hacerlo todos los días 15 minutos, porque la constancia es la clave.

¿Cómo controlar los gastos? Existen cuatro claves para lograrlo:

1. Usar el método 50-30-20: gastos fijos, gastos variables, ahorros.

2. El 50% debe ir asignado a las necesidades básicas y gastos fijos. Por ejemplo, alquiler de tu casa, alimentación, préstamos por pagar, etc.

3. El 30% debe ir asignado a las necesidades variables, como salir a pasear un fin de semana, pedir comida a domicilio, etc.

4. El 20% debe ir asignado a los ahorros y distribuirlos según cada meta.

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