Las ciudades de Latinoamérica más buscadas por los turistas
Para este fin de año, y luego de la pandemia que trajo consigo mucha dificultad, este mes de diciembre donde cerramos el año, traen suficientes razones para viajar como: el verano en el hemisferio norte, el cierre del año escolar, el inicio de las vacaciones, reencuentro familiar, receso escolar, y buscar destinos tranquilos y seguros para seguir trabajando de forma remota, entre otros.
«Preexiste una significativa solicitud demandadas y vemos que la confianza se va restituyendo espaciosamente. Las vacunas serán la clave para la recuperación, pero, si queremos ver un repunte en la temporada de vacaciones en Latinoamérica, debemos mejorar la coordinación y la comunicación, y lograr a la vez que las pruebas de detección de COVID-19 sean más fáciles y accesibles, además esta se convierte en una gran oportunidad para conocer más destinos», manifiesta Georges Bonan, Experto y Colaborador de Ostelea Tourism Management School.
Los países que mejor se han recuperado
Una de las oportunidades que tiene América Latina en este contexto son las nuevas demandas por destinos poco concurridos. El turismo de naturaleza, el ecológico y el deportivo son ideales en sitios como las selvas, el Amazonas, los desiertos, el caribe y el pacífico, que ofrecen múltiples atractivos.
En este caso, uno de los países en América Latina con más diversidad en paisajes y ciudades, donde se puede visitar las maravillas naturales que tiene Colombia, lugares abiertos, con variedad de fauna y flora, son los destinos vacacionales que tiene cosas espectaculares por ofrecer, ejemplo Santa Marta y Cartagena en el Caribe, lugares preferidos para vacacionar por su cálido clima, el aroma del mar, y las actividades acuáticas que ofrece. Ciudades de Bogotá y Medellín donde se pueden visitar muchos sitios emblemáticos al aire libre. Tienen excelente oferta hotelera, y la experiencia que ofrece estas metrópolis.
Además, de acuerdo con la Aerocivil colombiana la llegada de pasajeros aéreos internacionales de enero a agosto del 2021 representó el 41,5 % de la cifra acumulada en el mismo periodo del 2019. Igualmente, según la Cuenta Satélite de Turismo del Dane, en el 2020 el sector generó un valor agregado de 8,97 billones de pesos y tuvo una participación del 1 por ciento en el PIB Nacional. Para el 2019, generaba un valor agregado por encima de los 25 billones de pesos y tenía una cifra superior al 2,5 por ciento de participación en el PIB nacional.
Además, otro de los países que sobresalen en el sector y es el que tiene las mayores expectativas de recuperación para este año es en Perú. Donde los destinos vacacionales más apetecidos son al norte: Ica, Máncora y Trujillo, con actividades al aire libre, caminatas, camping, paseos por la ciudad, y mucha playa. Además, las ciudades como Lima y Machu Picchu la cual es una de las siete maravillas del mundo moderno. Y sin dejar atrás el norte de Lima, que tiene la combinación perfecta: playas hermosas y sabrosos platos marinos hechos con ingredientes recién sacados del mar. Ciudades como Barranca o Huaral cuentan con extensas playas tranquilas perfectas para una escapada de fin de semana. Y también sin dejar atrás los Iquitos en la zona Amazónica.
En 2019, Perú recibió 4 millones 371,787 turistas internacionales, de este total 158,118 fueron turistas españoles, marcando un crecimiento del 7% en ese mercado en relación con el año anterior. Según el Perfil del Turista Extranjero realizado por Promperú, el turista español tiene una estadía promedio de 13 noches y un gasto promedio de US$ 1,273.
Sumado a lo anterior, componentes como seguridad física, calidad sanitaria, conectividad, seguridad tanto en las instalaciones y protocolos como en la búsqueda de micro destinos, calidad de los servicios públicos y actitudes de servicio por parte de los operadores, serán esenciales para reactivar el turismo.
Para lograrlo, las empresas requieren del apoyo de las autoridades y la confianza de los viajeros. Además del anterior, la búsqueda de informaciones precisas sobre los trámites a las fronteras para evitar no poder subir el avión. Y sobre todo hay que mantener todas las medidas de autocuidado para no bajar la guardia, protegerse y cuidar a los demás.