Fundación MAPFRE entrega alimentos a poblaciones vulnerables

El COVID-19 no solo generó una crisis sanitaria en el país. Muchos peruanos perdieron su empleo y con ello la posibilidad de generar ingresos para alimentar a sus familias. Sin embargo, la pandemia nos recordó a todos que cuando nos unimos somos más fuertes; por ello, con el compromiso de apoyar a los que más lo necesitan, Fundación MAPFRE se unió a PUCA y a La Revolución, para impulsar la reactivación económica del sector gastronómico y llevar alimento saludable a ollas comunes a través del proyecto Comida Para Todos, en alianza con la Municipalidad de Lima y el programa de Gastronomía PUCP.

Esta iniciativa conjunta permitió generar ingresos para 5 pequeños restaurantes emprendedores del Centro Histórico de Lima, los cuales prepararon alimentos saludables y balanceados con insumos comprados a 18 pequeños agricultores y productores de Agroferias Campesinas. Finalmente, más de 50 mil raciones de comida se entregaron a 46 ollas comunes de San Juan de Lurigancho y el Rímac, beneficiando a más de 4 mil personas.

Julián Trinchet, representante de Fundación MAPFRE en Perú, recordó la importancia de trabajar juntos para ayudar a quienes más lo necesitan y destacó la labor de las ollas comunes. «La donación de 600 mil soles para el desarrollo de esta iniciativa reafirma el compromiso de la Fundación MAPFRE para atender las necesidades de las poblaciones más vulnerables del país. Detrás de cada persona beneficiada y los miembros de las ollas comunes hay una historia de superación que nos inspira a seguir brindando nuestra ayuda», afirmó.

Por su parte, Diego Valdeiglesias, Gerente General de Peruanos Unidos por la Cocina y la Alimentación, resaltó que: «El trabajo articulado entre las instituciones privadas y públicas ha logrado que Comida Para Todos apoye a la reactivación de la cadena gastronómica, que durante 12 semana no solo aportó con ingresos monetarios sino también una dosis de solidaridad en comunidad, porque estamos convencidos que todos hemos sido impactados positivamente con las historias de resiliencia de los pequeños agricultores, dueños de restaurantes y afines, lideresas de las ollas comunes y todo el equipo de trabajo, renovando nuestro compromiso de lograr que la cocina se convierta en una actividad relevante y trascendente para el desarrollo económico, social y ambiental de nuestro país».

Además de llevar alimento y apoyar a la reactivación económica, el proyecto incluyó un componente educativo con capacitaciones en educación alimentaria por La Revolución y formación para emprender por NESsT. Se contó con voluntarios de MAPFRE Perú que fueron reclutados con el apoyo de PROA, para brindar acompañamiento formativo a un grupo de 300 beneficiarias del proyecto.

Al respecto, Karissa Becerra, Directora de La Revolución comentó el componente educativo es fundamental para generar bienestar. «En este caso incluimos capacitaciones en educación alimentaria y en formación para emprender. Además, hemos desarrollado material educativo impreso (8,500 unidades) y digital dirigido a las familias en forma de un manual de educación alimentaria, un cuaderno para colorear sobre las Super Menestras y hasta un cuento infantil sobre las menestras. Contar con conocimientos en educación alimentaria nos ayudará a tomar mejores decisiones en cuanto a nuestra alimentación, y contar con una formación para emprender nos ayudará a conocer nuestra esencia para emprender, si así lo queremos».

De esta manera se cierra un proyecto que ha permitido mejorar la vida de muchas familias peruanas: reactivando su economía y llevando alimento saludable a sus hogares. Fundación MAPFRE renueva así su compromiso por continuar ayudando a las poblaciones vulnerables del país, tal y como lo ha hecho este 2021 en el que donó más de 3 millones de soles dirigidos a diversos programas de nutrición, educación, salud y reactivación económica.

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