¿Cómo afrontar un diagnóstico de cáncer por segunda vez?

Recibir un diagnóstico de cáncer es un momento paralizante en la vida de cualquier persona y, para lidiar con los diferentes e intensos sentimientos que se hacen presentes, será necesario contar con apoyo emocional también. En ese sentido, saber que el cáncer ha regresado, luego de un proceso complicado y duro, puede ser una noticia devastadora.

«Recibir un segundo diagnóstico de cáncer puede paralizar al paciente a nivel emocional y hacerle sentir un cúmulo de emociones como culpa, tristeza, desesperanza, irritabilidad, entre otros, y, en casos extremos, sentir que la vida no tiene sentido, pensar en hacerse daño o quitarse la vida. Cada paciente es un caso particular, sin embargo, es sumamente necesario el acompañamiento psicológico durante el proceso de la enfermedad», explica Marilyn Toledo, Psicooncóloga de posgrado de la Universidad Norbert Wiener.

En la Semana Nacional de Lucha contra el Cáncer, la especialista en el tratamiento y acompañamiento psicológico de pacientes de cáncer nos brinda algunas pautas y recomendaciones para afrontar un diagnostico positivo por segunda vez:

1. Seamos sinceros y tomémonos nuestro tiempo. No es fácil, pero al ser honestos con nosotros mismos, con nuestra familia y amigos, podremos tomar con calma la noticia del diagnóstico y comunicarla cuando estemos preparados y no mantenernos en silencio.

2. Pide ayuda. Todos hemos ayudado alguna vez a una o varias personas, y en este momento es tiempo de recibir, siempre comunicando nuestras necesidades emocionales, porque nadie sabe cómo te sientes realmente si no lo conversas.

3. Expresa tus emociones con libertad sin presionarte o sin que te presionen. Podemos ser fuertes incluso cuando nos sentimos vulnerables, así que, si tienes ganas de llorar, hazlo, habla de tus miedos, de tus temores o preocupaciones; debido a que esto, además, te permitirá poder visibilizar prioridades en tu vida.

4. Organiza tu autocuidado y el acompañamiento que te brindarán. Coordina quién te acompañará a las consultas médicas y será tu mano derecha durante el proceso para, por ejemplo, tomar las anotaciones necesarias durante la consulta, ayudarte con la medicación, entre otros cuidados y requerimientos necesarios. De esta manera, podemos tener la mente en orden y despejada en la medida de lo posible.

5. Mantengamos el optimismo. Apoyémonos de la esperanza realista, porque ya conocemos el diagnóstico y el tratamiento y recordemos que, si lo hicimos una vez, seguro lo podemos volver a hacer, paso a paso y a nuestro propio ritmo.

Asimismo, la especialista señala que la familia pasa también por un momento complicado, pero que su apoyo es vital para la buena calidad de vida del paciente.

«La familia juega un rol muy importante y significativo, debido a que es parte del triángulo de la salud conformado por el paciente, la familia y el equipo sanitario. La manera en cómo brinda apoyo y soporte emocional permitirá predecir cómo será la adaptación del paciente, cómo se desarrollará su tratamiento y las complicaciones que podrían ir surgiendo. La familia, con su cercanía afectiva, tiene el poder de amortiguar todas las tensiones que se van generando a lo largo del proceso, siendo un factor protector para mejorar la calidad de vida de la persona», indica Toledo.

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