La Casa Oscura: Un significado más allá del suspenso
Estrenada el pasado 23 de Septiembre, LA CASA OSCURA protagonizada por Rebecca Hall sigue dando mucho de qué hablar. Más allá de ser una película de suspenso y horror psicológico, retrata temas más profundos y complejos de los que muestra a simple vista. A continuación, analizamos algunos:
La temática principal de la cinta gira en torno a la pérdida de un ser querido y las consecuencias que esto genera. En LA CASA OSCURA, nos encontramos con la lucha interna de Beth (Rebecca Hall) tras la inesperada muerte de su esposo, trayendo consigo miedos, inseguridades, trastornos, pesadillas y alucinaciones; reflejando así a la audiencia la ausencia de un ser querido y el daño emocional que el simple nombre de su esposo genera en Beth. «Lo que es especialmente aterrorizante es que las fuerzas que atacan a Beth explotan su dolor, usan esa herida para entrar en su mundo», cuenta David Goyer, productor.
El dolor a la pérdida solo es la punta del iceberg al que se enfrenta Beth, pues un efecto en paralelo es el hundimiento ante la depresión, la negación y el no querer enfrentar la realidad que ahora debe encarar sola, pasar noches heladas en una casa llena de memorias y el continuo cuestionamiento sobre su pasado y sus decisiones, sumando así la oleada de recuerdos y el querer indagar cada vez más en una búsqueda de respuestas que generarán más preguntas y dolor. Rebecca Hall comenta sobre LA CASA OSCURA En definitiva, la película trata de ver a una mujer enfrentarse a algo que le destruye la vida y que tiene que encontrar la manera de aceptarlo, soltarlo y sobrevivir.
Uno de los mayores cuestionamientos del ser humano es acerca de aquello que hay después de la muerte ¿Se quedarán nuestros recuerdos y experiencias con nosotros? ¿Nos atormentará nuestro pasado de igual forma que el presente? La película nos muestra aquella correlación de nuestras vivencias con la profundidad y misterio de nuestro mundo psicológico llevándonos a conectar con energías que parecen inexistentes, pero tan reales que inconscientemente no logramos diferenciar.