Claves a tener en cuenta para exportar siendo una PyME

La exportación constituye una de las principales actividades económicas de muchas empresas peruanas, y el Perú es conocido como un gran exportador de productos como espárragos, mangos, harina de pescado, entre otros. Sin embargo, suele creerse que, para exportar, es necesario ser una gran empresa con abundante producción.

En ese sentido, Walter Palomino, profesor de Marketing de ESAN Graduate School of Business, presenta 4 claves para empezar a exportar siendo una pequeña o mediana empresa (PYME), ya que no hay límites mínimos para esta actividad:

No hay restricciones para ser exportador: En el Perú, no existe una entidad reguladora que determine las condiciones mínimas que debe cumplir una empresa para ser exportadora. Cumpliendo la condición de ser formal, incluso una empresa unipersonal puede contactar una agencia de aduanas e iniciar el trámite administrativo para empezar a vender en el exterior. Con una factura comercial, una lista de empaque de los productos a exportar, una declaración jurada de los contenidos, y un certificado de origen, tu empresa puede salir del Perú.

Encontrar la agencia de aduanas adecuada: La agencia de aduanas es una empresa que cuenta con una licencia para brindar servicios de exportación a terceros. Ellos se encargarán de despachar la mercadería de la empresa contratante hacia el exterior. Ya que cuentan con responsabilidad civil, administrativa e incluso penal, deben garantizar el pago de los impuestos correspondientes y cumplir con toda la reglamentación, por lo cual es importante cerciorarse de que sea una agencia de confianza. Sin embargo, no todas trabajan con PYME, entonces es importante elegir una que pueda brindar un servicio acorde al volumen de exportaciones de un pequeño negocio. Es posible encontrar un listado de estas agencias en la página web de la Asociación de Agentes de Aduana del Perú, y se recomienda que las pequeñas empresas escojan una que brinde todos los servicios completos, ya que son trámites tediosos en los que, por falta de personal, las PYME pueden cometer errores que afecten su exportación.

Identificar el mercado correcto: Aunque no lo parezca, la parte operativa y administrativa es la más fácil del proceso de exportación. El paso más complicado es el primero: identificar a qué mercado dirigirse y poder cumplir con sus exigencias, que suelen ser mayores a las que conocemos en el Perú. Antes de aventurarse a vender en un país extranjero, es necesario aplicar técnicas de inteligencia comercial para levantar aquella información relevante para nuestro negocio.

Realizar un trabajo de inteligencia comercial: Son una serie de técnicas aplicadas para poder conseguir información de los mercados en los que el emprendedor está interesando para poder analizarla. Es posible recoger información de la competencia, las regulaciones y leyes del gobierno local, los clientes, precios, entre otros. Algunas de estas técnicas de recojo de información son fichas ejecutivas, para estar constantemente actualizado sobre la competencia y sus productos; listados de posibles públicos objetivos, para tener claro a quién le venderemos; y un monitoreo de los precios de productos similares durante cierto periodo de tiempo. No es necesario trasladarse hasta el país de interés para acceder a esta información, ya que portales como PromPerú y las webs de las embajadas ofrecen datos acerca del comercio en su país. Se puede acceder tanto visitando el país de interés, como buscando en internet, ya que los portales de PromPerú y diferentes embajadas la ofrecen. Luego de la sistematización de la información, se podrán tomar las decisiones necesarias para iniciar la exportación.

Convertirse en exportador es una buena manera de hacer crecer un negocio. La economía de todo país es cíclica, y los tiempos de recesión pueden afectar gravemente a los emprendedores con un solo mercado, al bajar las ventas. Sin embargo, si tus compradores están en diferentes países, puedes compensar tus bajas y ganar estabilidad. Asimismo, la exportación genera dólares, una divisa que, dadas las circunstancias de cada país, puede escasear. Sin embargo, como exportador, puedes apalancar tu producción local al contar con esta moneda, producto de las ventas en el extranjero.

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