La educación representa 4.2% del presupuesto

Las instituciones educativas precisan de tecnología moderna para enfrentar los retos de su entorno y, a su vez, proporcionar experiencias enriquecedoras y entretenidas en torno al aprendizaje. El cambio a tableros inteligentes y el uso de aplicaciones más especializadas para la educación, entre otros, requieren de la inversión de al menos el 4,2% del presupuesto anual de las instituciones, unos US$22.500 millones en promedio en el sector educativo de Estados Unidos.

Uno de los principales motivos que mueven a las instituciones de educación básica y superior a implementar diversas tecnologías es que los estudiantes de todas las etapas de la formación requieren acceso a tecnología moderna para ayudarlos a prepararse para el mercado laboral competitivo y centrado en lo digital.

Es por eso, que tanto colegios como universidades apuestan a diversas tecnologías que enriquezcan su labor. Sin embargo, la naturaleza de cómo se están realizando las inversiones en tecnología está cambiando pues, por ejemplo, la computación se está descentralizando y ahora se está acercando a la fuente donde se genera la data. Esto es conocido como Edge Computing, una solución que permite que los datos sean procesados en el mismo lugar donde se originan, lo que asegura un mejor desempeño de los dispositivos y una baja latencia.

Esta tecnología en la educación también permite el ajuste del tráfico de red, colabora con la mejora de la experiencia del personal y los estudiantes, y posibilita que se mantengan siempre en operación las herramientas tecnológicas con las que cuenta la institución educativa. Por ejemplo, cuando los estudiantes están fuera de clase cuentan con accesos externos a librerías digitales y portales de aplicación brindados por las instituciones educativas, esto es posible gracias a que la solución de computación localizada (Edge Computing) asegurará la efectividad de operación de estas iniciativas tecnológicas.

A su vez, con Edge Computing, los colegios y universidades pueden incorporar sistemas de realidad virtual o aumentada, evitando cualquier corte inoportuno o retraso que minimice el realismo del sistema.

Las soluciones de Edge Computing pueden variar en diseño, complejidad y tamaño. Por ello, en esencia, se conforman de un rack, una PDU (unidad de distribución energética), un data center y una UPS.

Gracias a los micro datacenters, universidades y colegios pueden gestionar adecuadamente el acceso a los portales académicos virtuales en horas pico. Asimismo, durante las horas de clase, los profesores suelen utilizar recursos online, Edge Computing asegura que la disponibilidad de estos recursos sea la misma así el curso sea impartido en la sede principal, en una sucursal o en una ubicación remota.

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