Enfermedad de Kawasaki, un enemigo para los niños
Esta enfermedad ocurre cuando el sistema inmunitario ataca a los vasos sanguíneos por error, ocurre, los vasos sanguíneos se inflaman y pueden estrecharse o cerrarse
«Se detecta cuando el médico realiza una exploración física y solicitará exámenes de sangre y orina para ayudar en el diagnóstico. Los análisis de sangre ayudan a descartar otras enfermedades y a revisar el recuento sanguíneo del paciente», explica la Dra. Joely Frisancho Berríos, cardiología pediátrica
La enfermedad de Kawasaki es la causa principal de las enfermedades cardíacas adquiridas en los bebés y en los niños pequeños.
Al principio, la enfermedad de Kawasaki puede afectar la función del músculo cardíaco o de las válvulas cardíacas. Si se identifica y se trata de forma temprana, los niños pueden empezar a sentirse mejor en pocos días, con una baja probabilidad de tener problemas cardíacos a largo plazo.
Es una enfermedad poco común en niños mayores de 6 años y adolescentes. El 80% a 90% de los casos de la enfermedad de Kawasaki ocurren en niños menores de 5 años y mayores de 6 meses.
No se contagia entre los miembros de la familia ni de un niño a otro en las guarderías.
En su mayoría afecta a aquellas personas con ascendencia asiática o de las islas del Pacífico. Sin embargo, puede afectar a personas de todas las razas y grupos étnicos.
Si bien no se conoce la causa de la enfermedad de Kawasaki, se cree que es una reacción del sistema inmunitario del cuerpo.
Signos y síntomas
La enfermedad de Kawasaki comienza con fiebre alta (más de 102 ºF [38,8 ºC]) que dura por lo menos cinco días, junto con otros signos y síntoma que pueden incluir:
– Sarpullido en todo el cuerpo y más grave en la zona del pañal.
– Ojos rojos, sanguinolentos sin pus, secreción sin costras.
– Glándula (ganglio linfático) hinchada y sensible en un lado del cuello.
– Manos y pies hinchados con enrojecimiento en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
– Labios muy rojos, hinchados y agrietados; lengua de fresa, áspera y con puntos rojos.
– Irritabilidad y malhumor significativos.
– Descamación en los dedos de las manos y de los pies (por lo general, entre 2 y 3 semanas después del comienzo de la fiebre).
Los signos y síntomas claves no se presentan al mismo tiempo. De hecho, en algunos bebés muy pequeños, solamente se presentan algunos de ellos. Pueden presentarse otros síntomas como vómitos, diarrea, dolor de estómago, tos, goteo nasal, dolor de cabeza, hinchazón en las articulaciones.