Señales de que tu hijo tiene baja autoestima
La autoestima se basa en la percepción que cada uno tiene de sí mismo. Una alta autoestima se enfoca en los sentimientos de valía, autoconfianza y amor propio. Sin embargo, en el caso de los niños, a veces se hace difícil para los padres identificar cuándo el pequeño sufre problemas de autoestima.
La baja autoestima tiene causas como como una crianza muy estricta, eventos traumáticos o dolorosos, dificultades sociales, sentimientos de inseguridad, entre otros. Los escolares con baja autoestima no tienden a ser participativos o les resulta muy difícil integrarse a un grupo.
Algunos signos en los que podemos notar que la autoestima de un niño no va bien y se requiere la ayuda de un especialista son los siguientes:
El niño dice que SI a todo: Un niño es curioso por naturaleza. Por eso, está constantemente preguntando por todo. Si el niño acepta todo sin cuestionar ni protestar, es un signo de alarma.
Hace las cosas por aprobación: El que un pequeño se sobreesfuerce al hacer algo para que sus padres se sientan orgullosos está mal. Se le debe incentivar al niño a realizar las actividades que le gustan y lo hagan sentir satisfecho consigo mismo.
Tiene miedo a las críticas: Un niño que se vuelve exageradamente perfeccionista o competitivo deja de vivir en su infancia; ya que, comienza a enfocarse en sus errores y vivir con miedo a equivocarse.
Es inseguro y muy dependiente: Si el pequeño repite todo el tiempo no voy a lograr hacer eso, mejor hazlo tú, puede ser una alerta de baja autoestima. Por ello, los padres deben tratar de impulsar a sus hijos a que ellos pueden lograr lo que se propongan.
Poco sentido del humor: No es normal que un niño esté todo el tiempo serio o molesto y que no vea el lado bueno de las cosas. Esto solo es una señal de que el niño se está preocupando excesivamente por cosas (como el fallar) que no corresponden a su edad.
Dificultad para hacer amigos: Cuando hay retraimiento social en el niño o este quiere obligar a sus amigos a hacer lo que él quiera mediante la fuerza, se puede estar forjando una personalidad agresiva en el niño, por lo que es recomendable acudir a un psicólogo lo antes posible.