5 consejos para reactivar virtualmente a las microempresas
En el proceso de reactivación económica, las microempresas juegan un papel muy importante, por lo que requieren de estrategias que permitan replantear sus procesos de atención al cliente con el fin de salvaguardar la salud y el bienestar de los consumidores.
Entre los principales retos que las microempresas deben afrontar destacan la digitalización, el capital de trabajo, la diversificación, el pago de impuestos, la liquidez y la búsqueda de nuevos canales para llegar a los clientes, de acuerdo con Liliana Romero, docente de la UTP.
Analizar los recursos de la microempresa
Es importante realizar un análisis y diagnóstico de la microempresa con la finalidad de determinar los recursos materiales e inmateriales con los que se cuenta. También considerar la flexibilidad de la organización y de los colaboradores para adaptarse al cambio.
Determinar las oportunidades y los factores de riesgo
Es necesario identificar las necesidades del cliente, el mercado, la competencia y otros factores internos y externos de la microempresa, así como determinar las oportunidades y las posibles amenazas que podría tener la organización en el proceso de reactivación.
Los colaboradores son los principales actores
La creatividad y la capacidad de adaptación que tengan las microempresas dependen directamente de las habilidades de sus colaboradores. Por eso, se deben considerar como eje fundamental de cambio a los líderes y sus equipos de trabajo, quienes asumen el reto de afrontar los procesos de digitalización.
Transformar la visión empresarial
Recomendable considerar a la digitalización como una vía de reactivación, que permita desarrollar relaciones ágiles y efectivas con los clientes y los proveedores. Asimismo, transformar y agilizar sus procesos administrativos mediante canales digitales que eviten desplazamientos innecesarios o aglomeraciones, con miras a establecerse en una nueva forma de vida empresarial y cultura organizacional.
Iniciar la digitalización de la microempresa
Contar con actividad en las redes sociales y webs empresariales que permitan ofertar los productos o los servicios de forma fluida y segura. Es importante contar con asesoramiento profesional tecnológico para la creación de páginas web, activaciones en las redes sociales, medios de pago, entre otros.