Prevención de fraude y protección de la identidad
Hoy más que nunca, las personas usan su identidad digital permanentemente: en el trabajo, en la casa y en todas las aplicaciones, dispositivos y servicios con los que interactúan cotidianamente.
Sin embargo, hasta ahora, los datos personales no eran propiedad de la persona, sino que eran controlados y pertenecían a un tercero, ya sea empresa u organismo.
La función de identidad descentralizada digital es una innovación que promete reestructurar por completo el paradigma actual ya que proporciona a los usuarios la propiedad y control de su identidad digital.
Actualmente, cuando un ciudadano se registra en una universidad o se afilia a la seguridad social, los datos personales que brinda pertenecen a la organización; no a la persona. Ésta, a lo sumo, brinda permisos y consentimientos de uso, pero no es dueña de esos datos.
La Identidad Descentralizada es el núcleo de las credenciales verificables de Microsoft Azure Active Directory (Azure AD), que se fundamenta en la idea de que la identidad digital pertenece al ciudadano y, por lo tanto, ellos son quienes decide a quién o dónde quiere dar acceso a sus datos a través de credenciales verificables que lleva en su dispositivo móvil.
El nuevo modelo de identidad se basa en la tecnología blockchain, en la que los usuarios tienen el control de la gestión de los permisos de uso de sus datos, por lo que es más seguro que depender de sistemas centralizados para su gestión.
La identidad descentralizada funciona a través de diferentes credenciales que pertenecen al usuario. Al crear una cuenta el usuario obtiene una credencial que está asociada al conjunto de datos que fueron parte del proceso de alta y que se inserta en la blockchain.
A través de tecnología desarrollada por VU, el usuario escanea un ID y se toma una selfie para generar las credenciales verificables en la aplicación Microsoft Authenticator, que luego utilizará para demostrar su identidad frente a distintos organismos.
La nueva solución permite a las organizaciones verificar una amplia variedad de atributos, como documentos y datos electrónicos, al tiempo que da a los individuos un mayor control sobre el acceso a su información.
Así, por ejemplo, si alguien quiere postularse a un trabajo, esa persona puede simplemente compartir su credencial universitaria previamente verificada para que la empresa verifique la veracidad y validez de dicha credencial. La persona también puede restringir o revocar el acceso de la organización cuando lo desee.
El sistema ya está siendo probado por la Universidad Keio de Japón, por el gobierno de Flandes en Bélgica y por el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido. En este último, en cada hospital los trabajadores de la salud verifican su identidad con sus credenciales en menos de un minuto y pueden comenzar a laborar con los pacientes inmediatamente; un trámite que antes llevaba meses.
La iniciativa de identidad descentralizada cobra mayor relevancia en el contexto actual por su universalidad. Es decir, la oportunidad que brinda a múltiples organizaciones y gobiernos en todo el mundo de compartir un mismo lenguaje tecnológico, que permite, a su vez, simplificar las operaciones y acercar los ciudadanos a los organismos gubernamentales.
Esto puede ser particularmente importante cuando se habla de pasaportes sanitarios o certificados de vacunación. También, cuando el debate en todo el mundo sobre la protección y privacidad de los datos se profundiza.
En Europa, desde 2018 está en vigencia el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) a nivel bloque. En América Latina, en tanto, muchos gobiernos de la región están desarrollando o actualizando sus marcos legales en la materia.
A nivel local, el Perú no posee una estrategia nacional de seguridad cibernética, sin embargo, en los últimos años, se han establecido leyes para garantizar la seguridad de la protección de datos públicos como privados. El más reciente en el 2019, con la aprobación del proyecto de Ley de Ciberseguridad, el cual busca establecer el marco normativo en materia de seguridad digital en el país.
Desde 2016, VU ha trabajado con Microsoft para ofrecer soluciones que ayuden a las empresas y gobiernos a ser más competitivas mientras protegen la identidad digital, reducen el riesgo transaccional, mejoran la experiencia del usuario y previenen el fraude.