Llevando electricidad a comunidades aisladas del Perú

En la actualidad, existe una frontera entre muchas familias peruanas: la que separa a las que tienen acceso a electricidad en sus hogares y a las que aún no disfrutan de este servicio básico.

acciona.org tomó conciencia de esta problemática hace más de 12 años, y desde entonces viene trabajando en el programa Luz en Casa primero en la Región de Cajamarca y a partir de 2016 se extendió la Amazonía, en donde se acaba de culminar una tercera fase llevando electricidad a más de mil cien hogares rurales aislados de la región Loreto.

El proyecto consiste básicamente en proporcionar energía fotovoltaica a partir de la instalación de paneles solares de alta gama a familias de comunidades aisladas en la Amazonía peruana.

Esta tecnología, que innova en el sistema pre-pago, está basada en sistemas fotovoltaicos domiciliarios de tercera generación, que son fácilmente manejables, transportables y libres de contaminantes; y que ofrecen diariamente alrededor de 6 horas de luz eléctrica, carga de un celular y operación de algún aparato eléctrico (radio, TV) durante unas 6 horas.

Con las distintas fases del proyecto se ha beneficiado a comunidades aisladas en las cuencas de los ríos Napo, Ucayali y Amazonas, todas en Loreto, lo que supone que a día de hoy la intervención de acciona.org en esta zona llegue a más de 7400 personas.

Estas familias pueden desarrollar por primera vez actividades productivas y recreativas en sus hogares, mientras que sus hijos tienen la posibilidad de estudiar de forma remota.

A día de hoy, son ya 64,000 las personas que se benefician de estos proyectos en países como Perú, México, Panamá y Chile. Como parte del proyecto, los usuarios han recibido sesiones formativas para instalar ellos mismos los equipos en sus domicilios (bajo la supervisión de acciona.org), llevar a cabo el mantenimiento básico de los equipos y maximizar sus beneficios; de esta forma, acciona.org tiene dentro de sus componentes llevar una cadena de valor a las comunidades en las que interviene.

Otro de los beneficios es que al sustituir métodos de iluminación precarios, como velas o lámparas de petróleo, se evitan enfermedades oculares y pulmonares generadas por humos, además de incendios. Así también, desde el punto de vista medioambiental, se ha contribuido a minimizar el vertido incontrolado de pilas y, por ende, a reducir la carga de contaminación ambiental para el planeta. Sin considerar, claramente, la reducción de gastos en estos medios secundarios y los beneficios mencionados anteriormente como el acceso a una educación remota, tan importante en tiempos de pandemia.

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