CBD medicinal y su potencial en el tratamiento de enfermedades
Por Daniel Gonzales, director de marketing de Steve’s Goods.
En los últimos años, el uso de derivados de cannabis como aceites, cremas o infusiones se ha expandido en todo el mundo, dada la eficacia comprobada en el tratamiento de algunos síntomas en una serie de dolencias como la epilepsia, fibromialgia, trastorno del sueño, esclerosis, cáncer, ansiedad, depresión, entre otras, permitiendo a los pacientes llevar una mejor calidad de vida.
Uno de los derivados del cannabis más utilizado en este ámbito es el CBD, un cannabinoide con grandes propiedades terapéuticas y niveles extremadamente bajos o nulos de THC, el cannabinoide que, en grandes cantidades tiene efectos psicoactivos.
Para lograr niveles tan bajos de THC, el CBD es extraído del cáñamo, también conocido en el mundo como hemp, una ancestral planta que a lo largo de la historia ha servido de materia prima para la elaboración de diversos productos como cuerdas, papel, plásticos biodegradables y, principalmente, como medicina, gracias a sus propiedades que pueden ayudar con la ansiedad, inflamación, dolor, y convulsiones.
El cáñamo/hemp pertenece a la misma familia del cannabis sativa, al igual que la marihuana, pero a diferencia de esta, las cepas que se cultivan en la actualizad para uso industrial y medicinal, utilizando los métodos adecuados de extracción, no contienen THC, lo que permite aprovechar al máximo sus propiedades medicinales sin ningún riesgo de generar efectos psicoactivos adversos, permitiendo además que estos productos sean de libre comercialización y consumo.
La extracción del CBD se hace en laboratorio, bajo condiciones controladas y en concentraciones específicas para garantizar la eficacia de los productos en que es utilizada. Este puede encontrarse en diversas presentaciones y concentraciones como aceites, polvo, vapores, capsulas, bálsamos, gomitas, caramelos e incluso existen líneas de productos de uso veterinario en forma de aceites y golosinas.
En América, los principales productores se encuentran en países como Estados Unidos y Canadá, donde las regulaciones y estudios de uso están mucho más avanzados y su consumo, a través de productos derivados, va acompañado del control de un médico que determina las dosis adecuadas para cada paciente.
Los expertos recomiendan que antes de iniciar un tratamiento con productos a base de CBD/hemp, siempre visite un especialista, analicen la dolencia que debe tratar y determinen juntos el producto y dosis adecuada para garantizar una mayor efectividad.