Meatless Monday, movimiento que busca reducir el impacto ambiental

Conocido también como Meatless Monday, este movimiento inició en el año 2003 en Estados Unidos con el objetivo de reducir un 15% el consumo de grasas saturadas en la población norteamericana, ya que el mayor porcentaje de grasas saturadas en la dieta proviene de los alimentos de origen animal.

Sin embargo, este no es el único motivo por el cual resulta beneficioso reducir y hasta eliminar el consumo de productos cárnicos, ya que además de los aspectos relacionados con la salud, se sumaron también los intereses ambientales y animalistas.

La ganadería es uno de los mayores contribuyentes de las emisiones de gases de efecto invernadero, la deforestación, la contaminación del agua y la contaminación del aire. Según un informe de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), el sector de la ganadería tiene incluso mayor responsabilidad en la emisión de gases de efecto invernadero que el tráfico vehicular.

Por otro lado, mientras que 783 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a agua potable limpia, la agricultura animal utiliza casi 1/3 del agua potable disponible. Estas afirmaciones han llevado a pensar a los comités de salud pública que, si se suprime durante un día el consumo de carne, esto tendrá un impacto económico mínimo en la ganadería, pero las emisiones se verán disminuidas en un grado considerable y se estará promoviendo el cuidado de los recursos naturales.

Los lunes sin carne también buscan tener un impacto positivo en el bienestar animal, pues la cría intensiva de la ganadería industrial provoca que los animales vivan en condiciones que no son las apropiadas y, a la larga, propicia la aparición y propagación de enfermedades y virus que afectan a animales y seres humanos.

Hoy la campaña Lunes sin carne cuenta con miles de adeptos de todo el mundo que se han sumado a esta iniciativa por sus grandes beneficios y, actualmente, las escuelas públicas de Los Angeles (EE.UU.), Nueva York (EE.UU.), Sao Paulo (Brasil) y Medellín (Colombia) se adhieren a esta iniciativa.

También, la Casa Rosada (Argentina), hospitales públicos de todo el mundo y el Ministerio de Medio Ambiente de Chile. Grandes personalidades como Paul McCartney, Al Gore, Gwyneth Paltrow y el chef Jamie Oliver apoyan públicamente este movimiento.

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