Teleeducación en tiempos de pandemia
Uno de los cambios más drásticos que ha sufrido la sociedad a causa del COVID-19, ha sido sin duda el replanteamiento de la educación en todos sus niveles, pasando de las clases presenciales a la enseñanza y el aprendizaje virtual. Pero lo que muchos ven como una consecuencia negativa de la pandemia, otros la consideran una gran oportunidad para mejorar la formación profesional de miles de peruanos.
El especialista en tecnologías de la educación, Jorge Copello, es uno de esos optimistas que ve en la educación virtual una gran posibilidad de desarrollo en el rubro tecnológico, que en Perú acoge a más de 380 mil estudiantes, repartidos entre los más de 1200 institutos y escuelas de educación superior.
No es lo mismo aprender a distancia por medio del correo postal, que hacerlo usando una conexión a internet con un kit de realidad virtual para simular la reparación de un tablero eléctrico, ambos requieren medios y competencias muy distintas, marcando diferencias entre educación a distancia (o teleeducación) y educación virtual, que no siempre son lo mismo.
La posición de Copello, es que el contexto actual permite desarrollar e integrar nuevas formas de enseñanza y aprendizaje, a través de softwares especializados, laboratorios virtuales, computación en la nube y todo tipo de simuladores, especialmente útiles en carreras tecnológicas.
Dando una mirada profunda en la oferta de educación virtual para la educación superior, la variedad de herramientas y servicios, debido al nivel de especialización, es enorme. Esto hace más necesario que nunca, que la pedagogía como fuerza humana subyacente en los procesos de enseñanza y aprendizaje, esté en el asiento del piloto y la tecnología, en el del copiloto.
En tal sentido, el experto considera que la educación virtual habilita y permite ampliar la cobertura del servicio educativo, pero de ningún modo se antepone a la educación presencial.
Finalmente, Copello señala que, de toda la población de estudiantes de carreras tecnológicas en el país, un tercio cursa estudios en entidades públicas, por lo que garantizar la calidad de la interconexión de estas escuelas por medio de redes de datos es parte de la tarea pendiente que tiene el Estado.