Tips para que tu hijo inicie un entrenamiento de fútbol
Está por terminar el año escolar y muchos jóvenes están interesados en ingresar a academias de fútbol. Es posible que los padres de familia se estén preguntando cómo pueden apoyarlos en el camino a convertirse en jugadores de fútbol profesional o fomentar la mejora de su potencial deportivo, pues tienen el temor de no saber cómo hacerlo correctamente.
Por ello Adrián Zela, futbolista profesional y T-Coach Deportivo de Teoma, brinda algunos tips para que los padres puedan mantener un equilibrio en el proceso por el que pasa un niño al convertirse en jugador profesional.
Deja que tu hijo disfrute del futbol sin presiones: Acompáñalo a los entrenamientos y a los partidos con sus amigos. Cuando termine de hacer su deporte favorito hazle preguntas como ¿te divertiste? o ¿aprendiste algo nuevo?, en vez de ¿ganaste? o ¿cómo ha quedado el partido? Es importante no presionar a los niños, cada uno aprende a su ritmo y agobiarlos nunca será una buena idea, porque convertirás un juego en un ejercicio estresante para él.
Nunca pierdas las formas, ni en la victoria ni en la derrota: No vale la pena celebrar una victoria del equipo de tu hijo como si fuera la final del mundo, ni hacer un drama de una derrota. Ellos seguramente se habrán olvidado del resultado diez minutos después de haber terminado el partido; intenta siempre alimentar su espíritu deportivo.
Respeta las decisiones del entrenador: El niño necesita un referente, él es el que decide cuantos minutos juega tu hijo y la posición que debe desempeñar en el campo. Cuando acudas a ver un entrenamiento o un partido, él solo debe escucharte cuando lo animes a él y a sus compañeros. Las indicaciones técnicas solo las debe dar el entrenador, si el pequeño escucha a su padre y a su entrenador durante un partido, y los consejos son contradictorios, esto puede confundirlo.
Respeta al árbitro: Parece algo lógico y obvio, pero es lo menos habitual. Es raro ver un partido de fútbol base en el que desde la grada no salga algún insulto contra el réferi. Sin árbitro, no habría fútbol de competición y ellos también están aprendiendo, en el fútbol base, lo mismo que nuestros hijos. Enséñales con el ejemplo que es importante respetarlos por más que no estemos de acuerdo con su desempeño.
Respeta a los compañeros de tu hijo: Los compañeros de equipo de tu hijo son sus amigos, no sus rivales. No compite con ellos por un puesto en el equipo, ellos juegan juntos para divertirse y conseguir un bien común. Si cuando vas a verlo jugar haces comparaciones entre ellos o gritas diciendo que tu hijo es mejor que un compañero, estarás equivocándote gravemente y generándole un conflicto donde no debería haber ninguno.
Cultura del esfuerzo, no del resultado: Si tu hijo está aprendiendo, se esfuerza en cada entrenamiento y partido, el resultado no tiene ninguna importancia.
El futbol es un deporte hermoso que genera mucha pasión, pero si nuestros hijos están empezando en este deporte es importante siempre recordar que no todos llegarán a jugar de forma profesional; sin embargo, esta disciplina los estará formando para ser mejores personas más adelante.