Distinguir entre el sobrepeso y la obesidad
El 4 de marzo es el día mundial de la obesidad. El 53.8% de peruanos mayores de 15 años tiene exceso de peso, según el Ministerio de Salud.
Con el objetivo de informar y sensibilizar a la población sobre la necesidad de adoptar medidas para prevenir y tratar el sobrepeso y la obesidad, la doctora Giuliana Berrocal, del Centro de Medicina Estética de la Clínica Ricardo Palma, nos brinda las herramientas para poder identificarlos.
Debemos recurrir al índice de masa corporal (IMC) para determinar si una persona tiene sobrepeso u obesidad. El nivel de grasa corporal se calcula con la fórmula: Peso (Kg) / Altura (m2) = IMC.
– Peso = 68kg / (1.65)2 = 24.98
– Peso adecuado, si el IMC es de 18.5 y 24.9.
– Sobrepeso (no obeso), si el IMC es de 25.0 a 29.9
– Obesidad clase 1 (de bajo riesgo), si el IMC es de 30 a 34.9
– Obesidad clase 2 (riesgo moderado), si el IMC es de 35 a 39.9
– Obesidad clase 3 (de alto riesgo), si el IMC es igual o mayor a 40
Cuando el IMC es muy alto, mayor es el riesgo de presentar problemas de salud. Entre ellos: diabetes, presión arterial alta, colesterol y triglicéridos, ataques cardíacos, apnea de sueño, dolores óseos y articulares, cálculos biliares o dificultades en el hígado.
Estos factores de riesgo se pueden controlar con un estilo de vida saludable, que va de la mano de una buena nutrición, actividad física y tratamientos estéticos o programas de pérdida de peso.
Para descartar problemas en el metabolismo es importante ser evaluado por un endocrinólogo.
El exceso de grasa corporal y su disminución abrupta, perjudica la elasticidad de la piel provocando flacidez por pérdida de colágeno y elastina en nuestro cuerpo.
Tener adiposidad abdominal no es solo un asunto estético, también afecta a la salud. La grasa subcutánea se aloja debajo de la piel y entre los músculos; mientras que, la visceral entre los órganos como: intestino e hígado. Estos resultan afectados en su óptimo funcionamiento. Existen alternativas que un especialista puede indicar para reducir el abdomen y grasa visceral.
– Mesoterapia con Tr7
– Ultracavitación
– Carboxiterapia
– Ondas coolwaves
– Criolipólisis
El rostro también se ve afectado con la pérdida de peso. Los cambios más visibles son la flacidez y envejecimiento prematuro. Existen tratamientos no invasivos que ayudan a mejorar el aspecto de la piel, entre ellos tenemos:
– Radiofrecuencia facial (regenera las fibras de colágeno)
– Plasma rico en plaquetas
– Mesoterapia facial con NCTF
Para realizarse estos tratamientos complementarios se recomienda un mínimo de 5 sesiones, que pueden ser entre 1 y 2 veces por semana, acompañados de un plan nutricional.
Casi todas las personas son aptas para esta terapia, excepto las gestantes, mujeres que dan de lactar o aquellas que tengan alguna infección en la piel o en el área sugerida para trabajar.