Kaspersky publica sus previsiones de privacidad para 2021

El año 2020 nos ha mostrado la importancia que han adquirido las infraestructuras conectadas y los servicios digitales para el funcionamiento diario de la sociedad. Y esto ha llevado a un cambio de actitud hacia la privacidad y la forma en que los ciudadanos, las organizaciones y los gobiernos han llegado a considerarla. En el Día Internacional de la Privacidad de Datos, los expertos de Kaspersky comparten su visión de lo que se puede esperar de la privacidad digital en 2021.

Entre las previsiones para este nuevo año, hay una tendencia clara: el choque de fuerzas opuestas. Los proveedores de todo tipo empezarán a recopilar más datos y cada vez más diversos, mientras que los gobiernos responderán con nuevas normativas y los usuarios empezarán a considerar la privacidad como una propuesta de valor por la que están dispuestos a pagar.

Estas previsiones se han elaborado a partir de los cambios y tendencias observados por los expertos en privacidad de Kaspersky en 2020, e incluyen:

1. La privacidad del consumidor será una propuesta de valor y en la mayoría de los casos costará dinero. El aumento de la recopilación de datos durante la pandemia y la creciente agitación política que ha afectado a las plataformas digitales han generado un rápido aumento de la concienciación sobre la recopilación indebida de datos. A medida que un mayor número de usuarios busca preservar su intimidad, las organizaciones responden con productos centrados en garantizar su privacidad, que también crecerán en número y diversidad.

2. Los proveedores de dispositivos de salud inteligentes recopilarán cada vez más datos de diversa índole y los utilizarán con distintos fines. Los datos recogidos en las aplicaciones de fitness o de control de la tensión arterial y otros dispositivos proporcionan una información tan valiosa que incluso se ha utilizado en casos judiciales, sin olvidar a vendedores y aseguradoras, que también los consideran muy útiles. Y dado que la salud se está convirtiendo en una preocupación pública cada vez mayor, la demanda de este tipo de datos seguirá creciendo.

3. Los gobiernos van a ser cada vez más recelosos con la acumulación de datos por parte de las grandes empresas, por lo que adoptarán un papel más activo en la regulación. Tener acceso a los datos de los usuarios abre un enorme abanico de oportunidades: desde la lucha contra el abuso de menores hasta hacer más eficiente el tráfico urbano o para silenciar la disidencia.

Sin embargo, como la mayoría de las organizaciones privadas se niegan a compartir estos datos, los gobiernos responderán sin duda con más regulaciones que obstaculicen la privacidad en línea, y surgirá y se incrementará el debate en torno a las tecnologías de preservación de la privacidad, como el cifrado de extremo a extremo, el DNS sobre HTTPS y las criptomonedas.

4. Las empresas de datos encontrarán fuentes aún más creativas, y a veces más intrusivas, para alimentar su máquina de análisis del comportamiento. Los datos analíticos basados en el comportamiento se han convertido en un juego peligroso. Cualquier tipo de error puede ser perjudicial para las personas, aunque la calidad real de estos sistemas suele ser un secreto comercial. Sin embargo, esto no impedirá que las organizaciones que trabajan en este ámbito encuentren formas más creativas de perfilar a los usuarios en función de lo que les gusta y hacen, para luego influir en sus vidas.

5. La computación multipartita, la privacidad diferencial, el aprendizaje federado y el edge computing serán adoptados de forma más generalizada. A medida que las empresas sean más conscientes del tipo de datos que necesitan y los consumidores se opongan a la recopilación incontrolada de datos, surgirán herramientas de privacidad más avanzadas y se adoptarán de forma generalizada, mientras que las grandes empresas tecnológicas se mueven para garantizar nuevas y estrictas normas de seguridad para los usuarios.

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