Epson inundó de color la reapertura de Machu Picchu
Hay una expresión que utiliza la gente cuando algo es difícil, dicen que se logrará contra viento y marea. Esta historia podría decirse que se logró contra humedad, llovizna, mal tiempo, altura, insectos y caminos angostos. La Ciudadela Inca Machu Picchu y Aguas Calientes, el pueblo que la rodea, pararon su actividad turística en marzo de este año debido al contexto mundial.
Hace 4 meses el gobierno de Perú buscaba realizar la reapertura y por diversos resultados en torno a la pandemia no podían hacerlo, hasta que el momento llegó.
Por ello contactaron a un gran equipo de aproximadamente 60 personas: una productora, un equipo creativo y a Multivisión, empresa con 26 años de experiencia en el entretenimiento, a cargo de los aspectos técnicos y proveedor de los equipos de videoproyección. Para esto necesitaban equipos potentes y versátiles que se adaptaran a cualquier adversidad.
La compañía recibió desde el equipo creativo las medidas y dimensiones del mapping para llegar al lugar, conectar los equipos y realizar todas las pruebas necesarias siete días antes de la inauguración, pero los desafíos empezaron mucho antes. Para acceder al Machu Picchu sí o sí hay que partir desde Cuzco hasta Ollantaytambo por tierra, una vez allí hay que abordar un tren que te lleva al pueblo Aguas Calientes. Desde allí comienza la subida a Machu Picchu que se realiza por un solo camino, y hay pocos vehículos que pertenecen a la municipalidad para subir a las ruinas, ya que buscan proteger el ambiente. Esto lo realizaron trasladando equipos de videoproyección y fue sólo el comienzo.
Ante la gran superficie que se requería mapear se necesitó una flota de 8 videoproyectores, de los cuales 2 fueron Epson Pro L25000 y 4 Epson Laser Pro L1505UH. Como el lugar es un santuario, no se puede construir o armar algo que pueda hacer presión o mover rocas, se debió trabajar con sumo cuidado. Sin estructuras metálicas, se implantó el trabajo sobre las cajas rack de los proyectores, con los protectores para rayos solares, lluvia, entre otros aspectos que pudieran afectar a los equipos.
Los mismos fueron distribuidos en diversos antiguos andenes de riego Inca para crear distintas alturas, pegados a la pared para que no se vean, y la distancia mínima de la piedra gris a proyectar fue de aproximadamente unos 40 metros, calculando que la más lejana se encontraba a unos 60 metros. El lente utilizado fue de 1.4 y 1.7 porque según los técnicos, en el horizonte es mucho más fácil para la dirección geométrica del encuadre.
El evento tuvo alcance nacional por televisión y en redes sociales. Además, la reapertura fue acompañada también por distintos artistas que vistieron al Machu Picchu de colores otra vez.