Transformación digital impulsará adopción de dispositivos domésticos

Este año, 2020, llegó para transformar de una vez por todas la forma en que las personas se relacionan con sus hogares y trabajos. El aislamiento social y la adopción del home office han acelerado casi globalmente la transformación digital y nos han obligado a adaptar nuestras rutinas. Al pasar más tiempo en casa, conectar los dispositivos disponibles en nuestro hogar se ha convertido en una necesidad, ya sea para un mayor rendimiento en el trabajo o para una mejor experiencia de entretenimiento en casa.

Un estudio de la consultora ABI Research reveló que los ingresos de las casas inteligentes alcanzarán los USD 85 mil millones a finales de este año, un crecimiento del 4% en comparación con 2019 y USD 317 mil millones en 2026, valor 5% superior a las previsiones anteriores a la pandemia. Esto significa que las casas programadas para adaptarse a la rutina de los usuarios, algo que antes parecía más con cosas de películas de ciencia ficción, o con el cotidiano de dibujos animados, como en Los Supersónicos, deben convertirse en una realidad aún más común en los próximos años.

Samsung está apostando en este camino e invirtiendo fuertemente en Investigación & Desarrollo para apalancar el sector de Internet de las cosas (IoT). A través de la aplicación SmartThings, que hoy cuenta con más de 120 millones de usuarios en todo el mundo y es compatible con las principales marcas de hogares inteligentes, el usuario puede, incluso desde fuera de casa, consultar los artículos que están agotándose en su heladera, por ejemplo, o ya programar un ambiente climatizado para cuando regrese al hogar. Además, para realizar las tareas del hogar con comodidad y sin desviar la atención del trabajo durante el home office, es posible comenzar con el lavado de ropa a través de la aplicación, o programar el final del ciclo para el horario más conveniente, además de encender y apagar varios dispositivos desde el teléfono inteligente.

Y cuando pensamos en la casa del futuro, incluso es difícil imaginar hasta donde podemos llegar, pero ciertamente podremos contar con los robots como verdaderos asistentes personales. Y esto no se parece una realidad tan lejana, ya que, en enero de este año, durante el Consumer Electronic Show (CES) de Las Vegas, Samsung presentó el Ballie, un pequeño robot rodante que comprende a los seres humanos y ayuda activamente en el hogar. Ballie tiene una cámara y puede conectarse con otros equipos, como, por ejemplo, el robot aspirador, y caso encuentre alguna suciedad, tiene la capacidad de activar la aspiradora para una limpieza inmediata.

En la actualidad, el principal uso de la Internet de las Cosas está relacionado con la seguridad y la videovigilancia, que deben diversificarse en los próximos años, según el International Data Corporation (IDC). Según el Instituto, para 2025 habrá 55,9 mil millones de dispositivos conectados en todo el mundo, el 75% de los cuales estarán conectados a una plataforma de IoT. IDC estima que los datos generados a partir de dispositivos IoT conectados serán 79.4 zettabytes (ZB) hasta 2025, frente a 13.6 ZB en 2019.

El concepto de una vida cada vez más conectada, con rutinas más eficientes y teniendo como trasfondo la inteligencia artificial, está cada vez más presente en la lista de inversiones de empresas de diferentes sectores. Apostar por la innovación es la mejor manera de satisfacer las necesidades de los usuarios, que están cada vez más exigentes y viven en un nuevo escenario después de la pandemia. Los equipos del hogar seguirán evolucionando para volverse cada vez más programables de acuerdo con los estándares de comportamiento de cada usuario y su familia, con el objetivo de crear hogares optimizados que ofrezcan cada vez más seguridad, economía, practicidad y comodidad para la rutina diaria de las personas.

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