Proponen política que generaría crecimiento en sector Turismo
En Perú, la industria turística representa casi el 4% del PBI interno. Tras la pandemia, ha sido uno de los sectores más golpeados, con pérdidas de USD 320,000 millones para el turismo mundial, solo entre enero y mayo, según la Organización Mundial del Turismo (OMT). Desde el sector privado, ya existen algunas propuestas de apoyo local como la de Edenred, que plantea la creación del Vale Turismo con el objetivo de generar un crecimiento de doble dígito en el sector.
Se trata de prestaciones sociales atribuidas a los trabajadores por parte de sus empleadores, públicos o privados, con derecho a acceder a bienes o servicios específicos que mejoren sus condiciones laborales y faciliten su conciliación. Son una alternativa a las prestaciones en efectivo o en especie, y aseguran que los fondos asignados se utilicen en servicios turísticos.
Esta propuesta se encuentra alineada con el cumplimiento de los objetivos de la Ley N° 30947, Ley de Salud Mental, al promover el uso de los periodos vacacionales de los trabajadores dentro del país, lo que ayuda a prevenir enfermedades mentales relacionadas con el estrés laboral.
Los empleadores también se verían beneficiados con esta propuesta. No solo representa un ahorro de hasta el 48% en sobrecostos laborales, sino que también fomenta el incremento de la motivación, eficiencia y productividad de los colaboradores, al tiempo que cuida de su salud mental.
Con las restricciones para recibir turistas extranjeros, fomentar el turismo nacional y el consumo interno son opciones viables para la reactivación de esta industria, tan pronto como se logre superar la crisis, se reduzcan los casos de infección y se cuente con un protocolo de bioseguridad adaptado a las necesidades de la industria.
En Perú, esta propuesta necesita de un marco legal y del desarrollo de políticas públicas que permitan su implementación. De concretarse, permitirían rescatar restaurantes, clubes de playa, hoteles y micro, pequeñas y medianas empresas en zonas turísticas en todo el país.
Los vales vacacionales se han aplicado con éxito en Europa. En Eslovaquia, aumentaron en 13,6% los ingresos de los alojamientos y en 18,5% los visitantes nacionales. En Rumania, los beneficios financieros totales se elevaron entre 45 y 50% por sobre el valor de los vales emitidos. En Francia, aseguran entre 7 y 12 mil millones de euros al año a los proveedores locales; y generan entre 4 y 6 euros extra para la economía nacional, por euro consumido.
Tras la crisis por el COVID-19, Grecia es uno de los países que ha aprovechado esta herramienta para relanzar la industria turística local. El gobierno ha puesto en marcha un programa de bonos de vacaciones desde marzo del 2020, un beneficio exento de impuestos de hasta 300 euros por empleado, para ser utilizado solo en una red filtrada de agencias de viajes locales, hoteles y restaurantes.
Los vales de turismo han demostrado ser una herramienta eficiente para proporcionar oportunidades a la industria turística local, y de implementarse en el país, permitirían impulsar la actividad económica de todas las empresas involucradas.