DHL ve potencial para los combustibles sintéticos

Aunque las redes logísticas físicas siguen siendo indispensables, la electrificación del transporte local está contribuyendo ya de manera importante a día de hoy a la consecución de la transición energética. No obstante, el uso comercial de la propulsión eléctrica en largas distancias y en rutas para camiones pesados todavía no es factible. Es aquí donde los combustibles sostenibles juegan un papel crucial, ya que podrían ser determinantes para reducir el impacto climático de las emisiones en el transporte.

Con el estudio Sustainable Fuels for Logistics, Deutsche Post DHL Group presenta el estado actual de las tendencias y los avances en el sector, compara y evalúa las ventajas y desventajas de cada modalidad de propulsión y comparte sus experiencias sobre la aplicación práctica. Además, los expertos del ámbito científico, las asociaciones y las organizaciones no gubernamentales (ONGs) aportan sus ideas sobre los posibles usos y las limitaciones actuales de los combustibles sostenibles. A principios de octubre, Deutsche Post DHL Group reiteró la importancia de la sostenibilidad cuando anunció su nueva Estrategia 2025.

Pero ese objetivo no se puede alcanzar solo a base de medidas de eficiencia y una flota moderna. También tenemos que acelerar la transición de los combustibles fósiles a fuentes energéticas alternativas limpias. Por ello es tan importante que cooperemos a nivel transnacional y transectorial entre los actores políticos, económicos y científicos» explica.

Resultados clave del estudio

– La e-movilidad es la tecnología prioritaria en el sector del transporte. Pero en la actualidad su uso está restringido a los transportes de cortas distancias.

– Los combustibles sintéticos de sustitución son compatibles con la tecnología actual y pueden remplazar a los combustibles fósiles.

– Otros combustibles no sintéticos requieren motores modificados o una nueva tecnología.

– Los biocombustibles de segunda generación y los combustibles de generación eléctrica – los e-fuels – empiezan a ganar terreno.

– Los biocombustibles y la energía deben provenir de fuentes renovables.

– La producción de biocombustibles de origen vegetal no deberá generar monocultivos ni provocar la destrucción de tierras de cultivo ni de bosques húmedos.

– Los avances solo se podrán acelerar mediante el diálogo y las acciones coordinadas.
– Para desarrollar estándares comunes necesitamos una base de conocimientos global.
– Podrían crearse incentivos económicos que eliminaran las barreras para las empresas.

Algunos de los combustibles alternativos disponibles hoy en día pueden contribuir ya a reducir las emisiones de manera significativa con solo escasas modificaciones o ninguna en los motores e infraestructuras. Las preocupaciones por la disponibilidad y sostenibilidad de los biocombustibles han generado un interés creciente por los denominados e-fuels.

Estos combustibles sintéticos se pueden producir a partir de las energías renovables y dióxido de carbono (CO2). Hay muchos puntos a favor de los e-fuels. Se pueden integrar sin más en los vehículos y la infraestructura existentes. Sin embargo, de momento no son económicamente competitivos. Y, como ocurre con la e-movilidad, todavía no se dispone de las cantidades suficientes de energía ecológica para asegurar que su producción vaya a ser realmente neutral para el clima.

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