El peruano no tiene una cultura de ahorro previsional

Este fue uno de los temas principales desarrollados en la primera sesión del curso online gratuito, organizado por la Oficina de Normalización Previsional (ONP) como parte de su compromiso de brindar información coherente y precisa en materia previsional.

Noelia Bernal, investigadora del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, mencionó durante su presentación que, para la mayoría de peruanos, contar con un sistema de pensiones como mecanismo de autoaseguramiento, es lo último en la lista de prioridades.

Y es aquí donde el Estado debe intervenir, para proveer un sistema de protección social contra eventos adversos, a fin de garantizar al ciudadano una fuente de ingreso para la vejez, como es el caso de las pensiones o sistemas públicos.

«Es complicado tener un sistema de pensiones 100% redistributivo y asegurador, por lo que se recomienda contar con fuentes complementarias de ahorro, como por ejemplo, inversiones, fondos mutuos o alquileres. De esta manera, no dependeremos íntegramente de una pensión a futuro», agregó.

En el Perú, actualmente contamos con dos sistemas de pensiones: el público, administrado por la ONP, y el privado, a cargo de las AFP. Sin embargo, para Bernal, los sistemas de cuentas individuales (o privados) tienen fallas, ya que no permiten saber a ciencia cierta cuál será el monto a recibir a futuro, pues este depende de nuestro esfuerzo contributivo y de la rentabilidad, que es variable.

Caso contrario, en el Sistema Nacional de Pensiones, el individuo tiene la certeza de que a futuro recibirá una pensión fija, partiendo de un monto base de S/500. Y esa seguridad, la valora el peruano.

Por su parte, César Abanto, especialista en Derecho Procesal Laboral y de la Seguridad Social, enfatizó que si bien el Sistema Nacional de Pensiones es un fondo común, no es un fondo de ahorros.

Es decir, cada aporte que ingresa, automáticamente se vuelve un bien social, donde la solidaridad y el intercambio intergeneracional son la base. Y este principio lo desconoce la mayoría de la población o no lo quiere entender.

Abanto destacó además que, efectivamente, en línea con lo mencionado por Bernal, los peruanos no ahorran para fines previsionales. Tienen otras prioridades, gastan lo que no tienen o ahorran por otros motivos, menos para garantizar un mecanismo de protección que no solo es importante para la vejez, sino para cada etapa de la vida. En palabras del especialista en leyes, gastar es más atractivo que ahorrar.

Artículos relacionados

Back to top button