Consejos prácticos para un transporte más sostenible

Cada 26 de noviembre se conmemora el Día del Transporte Sostenible, una fecha que busca promover acciones que disminuyan el impacto ambiental asociado al tránsito y al uso de vehículos. Aunque la transición hacia tecnologías más limpias es un objetivo importante, una medida inmediata y al alcance de todos es el cuidado adecuado de los autos que ya circulan, evitando emisiones innecesarias y favoreciendo un transporte más eficiente.

De acuerdo con la Asociación Automotriz del Perú (AAP), este año se reveló que la antigüedad promedio del parque automotor nacional supera los 14 años, lo que incrementa la importancia del mantenimiento preventivo para reducir el consumo de combustible, minimizar emisiones y extender la vida útil de los vehículos. Ante este escenario, especialistas de Bosch Mobility Aftermarket ofrecen recomendaciones prácticas para que los conductores mantengan sus autos en mejores condiciones y contribuyan a un transporte más sostenible.

Revisar periódicamente el sistema de frenos. Los frenos son el principal elemento de seguridad del vehículo y también influyen en su eficiencia. Cuando las pastillas, discos o líquido de frenos están desgastados, el auto necesita más distancia para detenerse y otros componentes comienzan a forzarse. Revisarlos cuando haya ruidos, vibraciones o cambios en el pedal ayuda a prevenir fallas y a mantener un desempeño óptimo.

Evaluar el estado de las bujías y cables de encendido. Las bujías generan la chispa que permite que el motor arranque y que el combustible se queme de manera eficiente. Cuando están desgastadas, el auto puede temblar, perder potencia, tironear en subidas o consumir más gasolina de la necesaria. Revisarlas con regularidad asegura una combustión más limpia, reduce emisiones contaminantes y ayuda a que el vehículo funcione con suavidad en el día a día.

Mantener en buen estado el sistema de suspensión. La suspensión no solo sirve para que el viaje sea cómodo; también mantiene el control del vehículo y evita que otras piezas se desgasten de manera irregular. Amortiguadores vencidos generan vibraciones, desgaste acelerado de llantas y mayor inestabilidad en curvas o frenadas, lo que puede aumentar el consumo de combustible. Revisar la suspensión cuando se escuchan golpes, el auto rebota demasiado o se siente inestable puede prevenir fallas mayores.

Optar por repuestos que favorezcan la eficiencia y la sostenibilidad. Elegir repuestos de calidad ayuda a que el vehículo funcione mejor y emita menos contaminantes. Por ejemplo, filtros en buen estado permiten una mejor combustión, bujías modernas reducen emisiones y las baterías AGM o EFB disponibles en el mercado, que interactúan con el sistema start stop; como las que ofrece Bosch que ayudan a disminuir el consumo de combustible en tráfico intenso. Estos componentes contribuyen a reducir el desgaste, evitar fallas futuras y prolongar el ciclo de vida del vehículo.

Realizar una revisión profesional como complemento del mantenimiento. Los cuidados cotidianos del conductor tienen un impacto directo en el rendimiento del vehículo; sin embargo, una evaluación en un taller especializado permite verificar parámetros que no son visibles a simple vista, como calibraciones internas, desgaste no perceptible y el funcionamiento integral de sistemas clave. Validar estos aspectos con equipos de diagnóstico garantiza que cada componente esté operando dentro de los rangos adecuados, optimiza el consumo de combustible y reduce el riesgo de fallas futuras.

Al combinar buenos hábitos de mantenimiento con una verificación profesional periódica, los conductores pueden extender la vida útil de sus autos, mejorar su rendimiento y reducir su impacto ambiental. En un parque automotor cada vez más antiguo, estas prácticas son clave para un transporte más sostenible.

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